Capítulo XXVIII

2K 329 116
                                    

Realmente, detestaba a Jung Wooyoung. Profunda y sinceramente. No podía creer que estuviese diciendo esto, pero era cierto. Todo eso del imán de Sanes, de la atracción inevitable, de sus adorables labios adornados con un sutil lunar; acaba de irse a la basura. Jung Wooyoung no merecía tener derechos, mucho menos el respeto de Choi San, a quien había traicionado vilmente, apuñalándolo por la espalda. Nunca más en la vida podría confiar en ese idiota para que tomase decisiones importantes que involucraron su salud física o su sanidad mental.

—Es sólo un parque de diversiones, San.

—No, ya nada.

Se cruzó de brazos, haciendo un puchero casi imperceptible, mas que fue difícil de reprimir. Is sili in pirqui di divirsinis. Bueno, ¿qué tal si te asesini y vemos qué tan entretenido es morir?

Seonghwa había tenido la sensacional idea de ir en una cita doble a un parque de diversiones, a lo que Yeosang obviamente accedió, y cómo no, Wooyoung también. Sin consultarle a San y asumiendo que estaría bordo con el plan. Ahora, rumbo al punto de encuentro que había fijado con los amigos de Wooyoung, se preguntaba qué demonios había cruzado el cerebro del pelinegro en aquel instante y si era demasiado tarde para huir.

—¿Cuál es el problema? —inquirió Wooyoung, pisándole los talones mientras San continuaba caminando, enfado visible emanando por sus poror—. ¿No te gustan las montañas rusas?

Ah... si tan sólo supiera. Era mucho más que eso.

A San no le desagradaban los parques de diversiones, no completamente. Disfrutaba los algodones de azúcar los locales pequeños con juegos bobos –como botar una torre de latas, acertar un tiro con arco para ganar un peluche. Sin embargo, habían otros factores que simplemente no podía soportar.

Como por ejemplo, las alturas.

¿Por qué demonios alguien inventaría atracciones tan jodidamente altas? Montañas rusas, caída al vacío, la rueda de la fortuna. ¿Por qué todo tenía que estat a 100 metros del suelo? ¿Por qué  no podían ser bonitos y seguros como el carrusel? O las tazas giratorias.

Si las atracciones fuesen de estatura normal, San no sufriría el pánico abrasador que lo envolvía cada vez que se subió a una.

Su temor había estado presente desde que era un niño, por lo que ya había asumido bastante su destino. Sin embargo, se rehusaba a admitirlo en público, menos a alguien que potencialmente se reiría en su cara. Preferiría morir que confesarle a Wooyoung de su miedo a las alturas.

Para su desgracia el pelinegro aparentemente No sólo era un violador de bocas, inteligente, primer lugar de su clase, con sonrisa de comercial de dentífrico, sino que también era un jodido de clarividente.

—¿Te dan miedo las alturas?

San casi se cae de bruces contra el suelom

—¡C-claro que no! —rebatió dando media vuelta. Sí, había mentido, descaradamente además. ¿Pero qué se suponía que hiciera? ¿Admitir que era un cobarde?—. Es sólo qué... soy... soy... alérgico.

Wooyoung frunció el ceño. —¿Alérgico?

Oh, Dios. ¿Por qué no pudiste darme un cerebro capaz de formular mejores excusas?

—Sí. Alérgico. Terriblemente alérgico —afirmó, poniendo sus brazos en jarra, en un burdo intento de lucir intimidante. Wooyoung mordió su labio inferior para esconder una sonrisa.

—¿En serio? ¿Y... a qué exactamente?

—Bueno, no soy doctor, Cerdito. Sólo soy alérgico y ya. ¿Qué? ¿También quieres una radiografía?

𝐑𝐞𝐧𝐭 𝐀 𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 🍥 woosanWhere stories live. Discover now