EXTRA 2: FOREVER (CAP 30)

1K 84 16
                                    

Jamás había tenido relaciones con alguien... Dios, como mucho un par de manoseos torpes entre besos desordenados, pero jamás había tenido a un chico en una cama debajo de él, y estaba seguro de que aunque lo hubiese tenido antes no hubiera sido tan jodidamente precioso como Choi San.

Era adictivo el tan sólo verlo, sonrojado y ansioso mientras suspiros de placer abandonan sus labios conforme la fricción entre sus miembros bajo la tela se intensificaba.

Wooyoung intento recordar todo lo que había aprendido gracias a sus idiotas amigos de la universidad y los videos pornográficos de mala calidad se había visto de vez en cuando, esperando que aquellos conocimientos le resultaran útiles en dichas circunstancias. Mas se le hacía difícil pensar claramente con San bajándole los pantalones con sus dedos delgados y temblorosos, quejándose por ser incapaz de deshacerse del cinturón.

Adorable.

Se relamió los labios y alegando ser buen anfitrión, retiró sus propios pantalones para tirarlos a un costado de la cama, volviendo inmediatamente a enfocarse en su lindo invitado de honor, quien por cierto, aún estaba usando demasiada ropa para su gusto. Se deshizo de la vestimenta del rubio, tragando saliva cuando expuso la piel clara de su estómago y de sus piernas. Ah... era definitivamente mucho mejor de lo que se hubiera imaginado.

—No me mires tanto... —se quejó San, ocultándose tras su antebrazo. A Wooyoung casi se le olvida cómo respirar.

Se inclinó para besar su cuello y luego deslizar su boca hacia el sur con una lentitud dolorosa, robando ruiditos de placer y fastidio de los labios enrojecidos de San. Bañó con besos húmedos la piel del contrario, tan tersa y lisa, que invitaba a morderla y a besarle unas cuantas marcas.

Sus manos se asieron en torno a los muslos moldeables de su rubiecito y Wooyoung no tardó en hundir sus dientes en la región del muslo interno, satisfaciéndose las irremediables ganas de mordisquear el cuerpo de San, deleitándose con los gemidos que abandonaron involuntariamente la boca del castaño. Precioso.

—Wooyoungie —le llamó San, enredando sus finos dedos en cabello de Wooyoung, para indicarle que se detuviera. El pelinegro apartó la boca de su piel, sintiéndose confusamente mareado.

—¿Qué sucede? —susurró, él mismo encontrándose sin aliento y alzando la mirada hacia su lindo novio falso, que le miraba con emociones contradictorias reflejadas en los ojos. San mordió su labio inferior, con un aspecto dubitativo tiñendo su rostro sonrojado.

—Quiero que me beses —pidió finalmente, luciendo tímido por su propia petición. Wooyoung casi pudo escuchar el hilo de su cordura rompiéndose. San realmente era un terrón de azúcar, uno que él estaba más que dispuesto a devorar por completo.

Sus bocas se encontraron nuevamente y Wooyoung intentó recordar vagamente dónde demonios había guardado el lubricante, siendo distraído con prontitud por las dulces manos de San acariciando sus brazos y por las piernas dóciles que acababan de enredarse a su cintura. El calor expandiéndose por su pecho y por su estómago, hacia su parte inferior...

Joder, Wooyoung realmente estaba olvidando por qué debería concentrarse.

Era la primera vez de San (y de él, pero no tenía por qué saberlo). Necesitaba enfocarse en esto, en preparar a San apropiadamente para que no doliera... Había leído un artículo al respecto en wikihow.

—Bebé —le llamó, en un intento patético para imponer distancia entre los dos. Pero, Dios, la boca de San era adictiva, y había estado anhelando besarlo por tanto tiempo desde lo sucedido en la rueda de la fortuna. ¿Cómo era que se pensaba?

Acabó separándose a regañadientes de su rubio y San soltó un bufido al verse desaparecer hacia el cuarto del baño, sin hallarse muy contento. Aunque Wooyoung regresó rápido, incapaz de ocultar su creciente ansiedad y prácticamente sintiéndose como el Rayo McQueen al regresar de vuelta a la cama.

𝐑𝐞𝐧𝐭 𝐀 𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 🍥 woosanWhere stories live. Discover now