SOLDADO (pausada temporalmente)

CAPÍTULO 3

Hola Cadetes!!!

Aquí os traigo un nuevo capítulo de Soldado. 

Muchas me habéis preguntado cada cuánto subo capítulo. Me gustaría subir un capítulo por semana, pero estoy teniendo mucho trabajo últimamente y no sé si podré cumplirlo. Aunque lo voy a intentar.

En la novela de Cadete he subido un aviso importante. La editorial  NovaCasa, ha subido un link en su Instagram para poder entregar manuscritos, pueden entregar los manuscritos tanto escritores como lectores. Y os pido que me ayudéis con esto. En el aviso os lo explico todo mejor.

Ahora sí  disfrutad del capítulo y no os olvidéis de votar y de dejarme en los comentarios que os parece. Me encanta leeros.

Cogida de la mano de Dylan sonrío como nunca lo había hecho antes mientras nos hacen la foto de entrada. Estoy deseosa de colgarla en la pared y recordar este día como uno de los mejores de mi vida.

Entramos al pabellón y sonrío satisfecha al ver como ha quedado toda la decoración. Sylwia me aprieta la mano y nos miramos con complicidad. Cuando llegamos a nuestra mesa me siento junto a Dylan sin poder separarme de él ni un segundo. No se me escapa que ya había una silla de más y doy por hecho que Jack ya estaba al tanto de la visita de Dylan.

-Todavía no me creo que estés aquí- le susurro. Él me mira y me guiña un ojo. Me derrito.

-No iba a perder la oportunidad de verte brillar- se me encoge el corazón y apoyo la cabeza en su hombro mirándolo desde abajo.

-No me creo que tengamos todo un verano para nosotros- ríe. Y ese sonido me transporta al paraíso.

-Pues empieza hacerlo porque no me pienso ir- sonrío ampliamente. Aunque la sonrisa no me llega a los ojos y a él tampoco, sabe que eso no es cierto. Sabe que se irá tarde o temprano. Aunque ahora intento no pensar en ese momento, sino en que lo tengo aquí, conmigo.

-Chicos buscaros un hotel- escucho a Logan y María le da un codazo. Río sin poder evitarlo. Pero me acerco más a Dylan.

-Bueno, ¿estáis listos para una noche inolvidable?- grita Chad, y no solo nosotros gritamos sino que varios cadetes de las mesas de al lado se nos unen. A pesar de estar un año fuera de la academia el grupo de Alan siempre será recordado en las generaciones posteriores, no se me escapan las miraditas de todos hacia nosotros, de como hablan de ellos con adoración. Los chicos han sido famosos por las fiestas no permitidas, por las bromas, por los dramas y sobretodo por lo guapos que son.

Sin duda, esta noche va a ser memorable. Y no sabía cuánto me hacía falta una noche así hasta este mismo momento. Con los chicos, con las chicas y con Dylan, por supuesto. Un sueño. Y pienso disfrutar de cada momento.

-Abby, ven a bailar- grita Leila. Río cuando la veo. Ya ha bebido más de una copa, que, por cierto, debo agradecer a quien haya metido alcohol en la fiesta. Está yendo de un lado a otro bailando con quien se le pone por delante. Miro a Dylan, seguimos sentados en la mesa, los dos solos, hablando y riendo como si este último año no hubiese pasado. Lo miro y él asiente.

-Venga, tienes que divertirte, yo no me voy- asiento suspirando. No quiero separarme de él, porque temo que si lo hago él se vaya. Pero no lo hará.

DYLAN

La veo irse con Leila y sonrío al verla tan feliz. La he echado tanto de menos que no me puedo creer que esté ahora mismo aquí, viéndola bailar y disfrutar. Tomo un sorbo de la copa que me ha traído antes Liam y respiro profundamente.

Tan solo llevo unas horas en casa y ya me arrepiento de haber venido. Claro que estoy feliz, pero el solo pensar que voy a pasar todo un verano aquí y que luego me va a tocar irme de nuevo me rompe por dentro. No se, si llegado el momento tendré la fuerza de voluntad necesaria para subirme de nuevo a ese avión y volver a dejar a Abby.