CAPÍTULO 17

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HOLA A TODXS!!!!

Aquí os traigo el nuevo capítulo de Soldad. Espero que os guste y que le deis mucho amor del bueno. 

Mil gracias por todo vuestro apoyo.

-Bueno, vamos a decidir cual es el plan para este verano- miro a Chad, esta sentado entre Samara y Brad en la otra punta de la mesa – porque tengo que organizarme la agenda- se aparta el pelo hacia atrás y le guiña un ojo a Samara. Ella ríe y niega con la cabeza.

-¿Qué queréis hacer?- Dylan los mira a través de su copa.

Después del momentazo con mi madre y Jack y de que todos estuviésemos en una pequeña burbuja llena de felicidad. Cada uno se ha ido a su asiento para dejar que los camareros nos sirviesen la cena. A mi lado tengo a Dylan, que no deja de apretarme la rodilla y hacer círculos con sus dedos en mi piel. Entiendo su necesidad de tocarme, por que es la misma que tengo yo por él. Pero creo que ahora ha aumentado. Yo a Dylan ya lo sentía de mi familia, pero es que ahora, ya es oficial. Va a formar parte como uno más del clan, y eso me hace plenamente feliz. Siempre va a tener un lugar al que regresar, incluso si lo nuestro en un futuro no funciona. Él seguirá teniendo una familia.

-Mi casa de la playa sigue libre- Sylwia se encoge de hombros y acuna a Caleb contra su pecho. Se ha quedado dormido no hará más de diez minutos y con solo mirarlo quiero comérmelo – no podemos irnos muchos días, porque tampoco quiero dejar a Caleb tanto tiempo a solas con mis padres. Pero, podemos irnos unos cuatro días, si os parece bien- sonrío, ese era el plan inicial antes de que nos enfadásemos.

-Si, por favor- grita Leila- necesito playa y sol- reímos.

-Bien, pues si todos estamos de acuerdo podemos ver vuelos para Los Ángeles para dentro de uno dos días- Brad coge ahora a Caleb y lo mete dentro de su carrito. Sylwia sonríe mirándolos y yo sonrío mirándolos a los tres.

-Deja de ser tan mirona- salto del susto al sentir a Dylan tan cerca y me giro con una sonrisa en la cara.

-No soy mirona- ahogo un mohín con los labios, pero sonrío enseguida.

-Si lo eres- me susurra en el oído - ¿Duermes hoy conmigo? - lo miro con las cejas alzadas e intento cambiar mi cara poniéndome seria.

-Ahora eres mi hermano, no se si será buena idea- miro a la nada pensativa y arrugo la nariz fingiendo asco.

-Pues a mí ese hecho me pone más- se encoge de brazos y se acerca más a mí. Siento su aliento en mi cuello y me encojo por el escalofrío que me recorre el cuerpo entero – Ya sabes, lo prohibido atrae- lo miro a sus ojos, esas piscinas mieles. Que a veces se vuelven completamente oscuras y me acerco más a él. Olvidando por completo a la gente a nuestro alrededor. Siempre es así entre ambos. Solo él y yo.

-Por eso te atraje yo, ¿no? Porque era la hermana de Alan- alzo una ceja y sin tener consciencia de mis actos subo la mano hasta su cuello y lo acaricio varias veces. Lo siento suspirar y tensarse bajo mi tacto. Le aparto un poco la camiseta hacia un lado y frunzo el ceño al verle un tatuaje en la clavícula.

El me sonríe y se baja un poco más la camiseta para que pueda verlo mejor. Son dos flechas que miran en lados opuesto. Una encima de la otra. La línea no es muy gruesa. Pero si lo suficiente para diferenciar que es.

-Me lo he hecho está mañana- abro los ojos sorprendida – me he escapado un rato mientras ellos arreglaban cosas del cumpleaños- sonrío. Él y sus cero ganas de organizar.

-¿Qué significa?- aunque ya se la respuesta. Nada. Porque nunca me ha explicado que significan el resto de sus tatuajes. Y mira que se lo he preguntado veces. – Ah no perdón, que tu no hablas de tus tintas- ruedo los ojos y el ríe.

SOLDADO (pausada temporalmente) Where stories live. Discover now