Capítulo XI

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Letra cursiva es pasado.

...

— Su padre espera que se una a ellos durante la comida, joven Jeon —uno de los guardias qué iban con él había dicho aquello pero su mente no lo había procesado del todo, estaba ocupado en otra cosa.

Sus dedos tamborilearon la mesa de la cafetería mientras su nariz captaba los olores de la deliciosa comida del establecimiento, sus ojos grises miraban a las camareras atender mesas y esquivar a los hombres indecentes.

— Joven Jeon —lo había escuchado y sin embargo, no emitió ningún sonido y entonces sucedió... una sonrisa tiró de sus labios cuándo él apareció finalmente.

Sus delicadas manos aunque torpes intentaban sujetar dos bandejas repletas de comida, el uniforme no le hacía ni siquiera una justicia, lo hacía ver... inmoral y él no lo era, era un ángel.

Sus rasgos femeninos lo hicieron ensanchar su sonrisa, era un doncel, uno muy hermoso, aunque probablemente aún no era mayor de edad, se preguntaba cuántos años tendría, sí estudiaba, sí... tenía pareja.

Lo vió torpemente dejar una bandeja para dos hombres que sin ninguna vergüenza le miraron con descaro, un rubor se extendió por sus pálidas mejillas y entonces apretó el vaso de su café, su mirada se enfureció incluso.

Después de murmurar algo dió media vuelta, con claras intenciones de ir a dejar la otra bandeja y entonces sucedió, uno de los hombres sonrío antes de alzar la mano...

El silencio se hizo presente cuándo el sujeto cayó derribado de su silla, todos los ojos se posaron en él, todos contuvieron la respiración porque sabían quién era, sabían qué apellido le respaldaba, sólo un demente se metería con ellos.

— Debes aprender qué nadie toca lo de un Jeon —le dijo al sujeto antes de mirar al pequeño rubio quién parpadeaba en busca de entender la situación, sus bonitos ojos almendra le miraron antes de que un rubor se extendiera por sus mejillas.

Le miró unos segundos antes de darse media vuelta, se hizo espacio entre las mesas siendo seguido por sus guardias de inmediato, el caliente sol del verano dió en su rostro y gruño mientras avanzaba a la camioneta que esperaba por él.

— ¡E-Espera! —todo su cuerpo se congeló cuando la suave voz le hizo detenerse, reaccionó dando media vuelta y entonces lo vió, era más pequeño qué él en cuánto a estatura, más femenino, y Dios, tenía unas curvas...

« — G-Gracias... soy YoonGi, Min YoonGi —y torpemente dió una reverencia, sus manitas jugando entre sí cuando volvió a mirarlo, avanzó los pasos que les separaban y antes de racionar algo más, una de sus manos estaba sobre sus mejillas, dejando una suave caricia.

La pálida piel se enrojeció y sonrío — Jeon JungKook... tú futuro esposo —su padre le había enseñado siempre a ser directo y aquélla ocasión no fue diferente.

El hermoso rubio, YoonGi, se sonrojo como un tomate antes de salir corriendo y pronto estalló en carcajadas... y fue en ése momento que lo supo, un día él sería Jeon YoonGi.

...

Acomodó las gafas que siempre le acompañaban mientras se recargaba en la camioneta qué su padre le había regalado por su cumpleaños número dieciocho, observó a las estudiantes de la preparatoria del pueblo mirarlo sin ningún descaro, tan sólo logro bufar ante ello.

Sus ojos enfocaron a YoonGi qué caminaba con la cabeza baja mientras apretaba sus libros con fuerza, pronto le tuvo delante y sonrío en espera del cálido beso que siempre le recibía, más sin embargo, se tenso por completo cuando divisó la línea de pequeños arañazos en su fino cuello.

What If [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora