Capítulo II

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Letra cursiva es pasado.

— YoonGi, debes llamar a JungKook, esto es... ¡¿de dónde debes tanto dinero?! —sus ojos se sentían pesados debido al llanto, su pequeño dormía en su habitación, ajeno a todo los problemas que caían sobre ellos.

Le dedicó una mirada a TaeHyung y entonces movió su naricita en busca de calmar el llanto — Llegó hace un mes la notificación de la hipoteca, él no ha hecho nada, ¿no crees qué esa es su respuesta? —le susurró con voz ronca debido al llanto qué aún estaba presente.

— Aún así, debes llamarlo, es su casa, eres su esposo y SooBin su hijo, ¡ustedes viven aquí! —de cierta manera quería reír por los aspavientos de su guardia pero el ánimo no estaba de su lado, y probablemente no lo estaría en días.

— Iré al banco mañana, veré qué opciones hay... y sino, venderé la casa de mis padres —y entonces cubrió su rostro con sus pequeñas manos, el llanto de nueva cuenta haciéndose presente.

La sola idea de vender la casa de sus padres fallecidos le dolía tanto pero... SooBin no tenía porque pasar por un embargó y después vivir probablemente en un hotel, él podía con ello pero no su angelito, no su cachorrito.

— YoonGi... —y entonces hipo antes de llorar aferrado al castaño qué le sostuvo...

Y es qué finalmente lo había entendido... Jeon JungKook los había abandonado a su suerte, sin embargo, aún tenía esperanza de qué no fuera así.

...

— Mami, ¿puedo llevar ambos? —sus ojos se desviaron a su pequeño bebé mientras conducía el carrito de compras, TaeHyung se había quedado en el pasillo de golosinas y ellos habían avanzado, miró las cajas de cereal y asintió ante su bebé.

No importaba qué tuviera qué posponer el comprarse ropa sí con eso su bebé no andaba deseando las cosas, pronto el castaño se acercó dónde ambos y sonrío con suavidad antes de que siguieran su camino.

— YoonGi, el balance no muestra nada... no, JungKook no depósito en la tarjeta... de nuevo —sus ojos se desviaron hacía el Kim y después al carrito de compras, había esperado tontamente qué su esposo aún viera por ellos.

JungKook llevaba más de tres meses sin depositar en la tarjeta qué estaba destinada para los gastos de la casa, había intentado llamarlo en un vano intento por saber qué pasaba pero sólo su secretaria le había dicho que estaba en un viaje de negocios en el Caribe.

— No te preocupes, yo pagaré una parte —y a penas contuvo las lágrimas ante las palabras de TaeHyung, asintió mientras empujaba de nuevo el carrito...

Su mente siendo invadida por imágenes del rubio vistiendo seda y su cuello adornado de hermosas joyas carísimas, el pequeño rubio, el hijo de JungKook, vistiendo ropa de marca y sin carencias...

Quizá algún día... ellos podrían dejar de tener carencias.

...

— Sí él se entera... va a matarme —la voz de TaeHyung le saco una sonrisa cansada mientras terminaba de llenar su bolso con el uniforme de trabajo, finalmente había decidido enfocarse en ganar dinero.

What If [KookGi]Where stories live. Discover now