Capítulo XVIII

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— Encontramos los explosivos, al menos sabemos que fueron detonados cerca de aquí, los hombres están buscando en cada rincón.

Escuchó las palabras de JongIn mientras miraba a YoonGi sobre la camilla, lejos del humo inhalado estaba débil, había sufrido un gran shock debido a la explosión, debido a que había perdido todo lo que le quedaba de sus padres.

— ¿Están todos sus allegados aquí?

Le pregunto al moreno qué asintió y ambos sabían que al menos esa puerta estaba cerrada en la investigación, nada estaba saliendo como deseaba, no encontraba a SooBin y las pistas se estaban perdiendo.

— ¡Señor! ¡Atacaron la casa de Dara, se llevaron a la niña, se llevaron a Arin!

Todo se detuvo en ése momento... y es qué habían secuestrado a la hija de TaeHyung.

...

— Estoy bien.

Murmuró suavemente mientras TaeHyung le sostenía y entonces escucharon a lo lejos los gritos de uno de los guardias de JungKook quién parecía pálido.

El Kim lo ayudó a caminar y entonces el Jeon los miró, era una mala noticia, sabía lo que vendría en ése momento y rezaba porque no fuera algo sobre su bebé, no soportaría perderlo, no a su angelito.

— Secuestraron a tú hija.

TaeHyung abrió los ojos y tartamudeo algo y es que realmente no habían hablado del tema, no sabían nada de la niña, salvó que HoSeok la había entregado hace cinco años a JungKook.

— Voy a matarte, ¿me escuchas?

A penas detuvo a su amigo que pensaba lanzarse sobre su aún esposo, sin embargo, TaeHyung lo alejó con un empujón y a penas fue sostenido por uno de los guardias.

— La cuide, no puedes culparme por las decisiones de HoSeok, hice lo que pidió.

Había tantas cosas malas en ésa oración, siempre había creído que el Jung odiaba a su esposo, siempre había visto la aberración y aún así... aún así le había hecho el amor, en su cama, en su oficina... aún así ellos habían tenido más de una aventura.

— Te consideraba mí hermano, yo... hubiera dado la vida por ti. Dices que hiciste lo que pidió, ¿por qué? ¿Por qué te abría las piernas? Pensé... pensé que valorabas mí lealtad, pensé que me valorabas más que a él.

JungKook retrocedió un poco a penas escuchó aquello de los labios de su guardia, más allá miró a HoSeok que había llegado, sus ojos verdes estaban hinchados, quizá el peso de sus acciones lo consumía justo en ése instante.

— Se llama Arin... siento, siento haberte escondido su existencia.

Era un poco irónico, ¿no? Que justo cuándo todo estaba sucediendo, HoSeok finalmente dijera aquello, finalmente aceptará qué había tenido una hija, una hija que justo ahora estaba en manos de la misma persona que tenía a SooBin.

— Cuándo la encuentre, será mí hija, no tuya, nunca más, voy a alejarla de ti, yo sí voy a cumplir tú deseo porque nunca más volverás a verla.

HoSeok soltó un sollozo mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas, el Kim dió media vuelta y se alejó para hablar con su hermano, entonces los miró a ambos.

Dios, había amado a cada uno con todo su corazón y justo ahí, lo único que podía sentir por ellos era lástima.

— No debes de llorar, es lo que siempre quisiste, alejarlo de ti, es lo que más deseabas, entonces ¿por qué estás llorando?

What If [KookGi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora