02- 今際の国

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Me desperté con los puños y rodillas doloridos, ademas de que pensaba que la cabeza me iba a estallar, extrañamente, todo estaba silencioso así que no me podía afectar tanto la resaca.

Seina 1 - Resaca 0

Solo tuve que abrir los ojos un poco para darme cuenta de como la había cagado esta vez, ¿tanto me había cabreado?

Estúpida, ¿a caso con verlo no te llega?

Además, me había despertado en mi bañera, llena de restos de cerveza, saliva de cuando dormía y sangre seca, que asco. Estaba descalza y casi no se veía el suelo debido a todos los destrozos, eso si no tenemos en cuenta los trozos de espejo y de cristal que hay en el.

Písalos.

Ni de coña iba a pisar yo eso, y si pillaba alguna enfermedad? No, jamás, aun que con eso me libraría de mi superior... ¡No! ¡Atrás impulso de idiotez!
Con mi extraordinaria capacidad para armar inventos en segundos con materiales inútiles me hice unas zapatillas a base de cuatro toallas y lazos del pelo como unión, duraría poco, tendría que ser rápida.

Caminé lo más cuidadosa que pude y abrí el armario, ¿dónde estaba mi ropa casual?

Bajo tus toallas, inepta.

Cual estrella fugaz un recuerdo de mi rompiendo mi ropa a base de fuerza vino a mi mente. Ups.
Tocará ponerse unas mallas deportivas.
Iba con un outfit tan deportivo que ya me sentía una chica fitness, aun que en verdad con los entrenamientos en la base si que podrías considerarte una persona así, creo.
Tenía hambre, y tal y como estaba mi casa no podía comer allí, así que tomé mi monedero y bajé las escaleras parándome frente a la puerta de salida preparada para ser arrollada por la muchedumbre de Tokio.

Inhala, exhala.

-¿Cómo carajo...?- Simplemente salió de mi boca, tampoco es que hubiese alguien que me escuchase, literalmente.

Comencé a correr de un lado a otro, todo estaba abierto, pero no había rastro de nadie y estaba completamente vacío, quise usar mi móvil para grabar todo esto pero no funcionaba, juraría que lo había cargado.

Como cualquier persona, aproveché la situación asegurándome de que no había nadie y me adentré en el primer restaurante que vi, miré en la bodega, solo podía aprovecharse la comida enlatada, pero únicamente había caviar.

Es un restaurante, ¿que esperabas?

Finalmente me resigné a ir al supermercado mas cercano y buscar algo, albóndigas enlatadas, me sirve.

Están caducadas.

Siendo sinceros no sabía como sentirme, no por el fracaso de las albóndigas, estuvieron buenas, sino por la situación actual, era extraño, solo quedaba yo o quizás todo esto era un simple sueño, sentía una mezcla entre temor y confusión.

Busca.

Al no tener nada que hacer me puse a caminar, sin rumbo alguno y sin parar, primero a la derecha, luego recto, luego a la izquierda, así todo el rato, hasta que inconscientemente había chocado con algo, di por hecho que era un poste de la luz hasta que dijo un sonoro "Perdona"

-¿Como? ¿No estoy sola?- Pregunté retóricamente.

-Claro que no pequeña, hay mas gente en Borderland.- Le miré con confusión pero le iba a escuchar, al parecer se dio cuenta de mis intenciones y me llevó hasta un banco para hablar. -Estás en Borderland, al menos a la gente le gusta llamarlo así, digamos que es una realidad paralela, una copia exacta de tu ciudad, tu casa, tu mundo... entiendes?- Asentí aun más confusa. -Deja que te explique, aquí no puedes estar sin un visado, entiendes? Y todos habéis llegado sin uno, por tanto se realizan juegos de vida o muerte para conseguir días para el visado- Dijo con una sonrisa.

-Eso quiere decir que el día que se acaba tu visado debes jugar de nuevo, ¿no? Y así consecutivamente, como una especie de entrenamiento físico y mental de supervivencia.- Dije totalmente neutral esperando una respuesta.

-Si, exacto, dime, ¿te interesaría por algún casual trabajar conmigo? Me pareces muy interesante.- Soltó con... ¿sorna?

-¿Y eso en qué me beneficiaría? Después de todo voy a tener que realizar esos juegos al igual que todos.- Ahora era yo quien llevaba la conversación.

-Enserio chica, me gustas, te propongo algo, te hago una de los superiores de este mundo, podrás manejar y crear juegos a tu antojo dentro de una escala claro está.- Le miré buscando explicaciones. -Cada palo de la baraja de póker es una clase, Tréboles trabajo en equipo, Corazones jugar con sentimientos ajenos, Diamantes lógica y Picas es un juego físico, comprendes? Van del As al Rey, aun que por el momento lo máximo será el 10 de cada palo.- Asentí, estaba intrigada y me interesaba, además quizás eso tendría ciertos beneficios en cuanto al visado se refiere, pero además, ¿por qué no? Hay que ser egoístas de vez en cuando.

-Me gusta, acepto, ¿por donde empiezo?- Una sonrisa ladina se apoderó de sus labios y me tendió la mano, llevándome a las vías del metro.

Le seguí en silencio, estando alerta por si algo ocurría, acabamos entrando en una especie de sala de maquinaria donde había mucha gente animada, era un buen ambiente, parecían disfrutar de ver los juegos.

Me apuesto un dedo a que si participasen no dudarían ni una cuarta parte del tiempo.

Como si me hubiese escuchado a mi propio subconsciente dijo un simple "Sí".
Igualmente, no paramos por esa parte, me llevó a otra sala donde hizo que me sentase y comenzó con una especie de charla formal.

-A partir de ahora no serás una simple crupier del juego, específicamente estarás encargada de supervisar a la reina de corazones y al rey de diamantes, obviamente si estás cerca de otros crupieres sería bueno que les echases un ojo por si no se comportan como deberían, pero igualmente, en el momento en el que revelen su identidad serán asesinados para evitar problemas.- Tiene sentido, no es un método muy ortodoxo pero tiene su punto.

-Bien, pero al punto, cuales son las reglas del juego en el que me estás metiendo.- Usé la palabra juego de forma metafórica claro está, pero es obvio que yo no soy mas que un alfil probablemente. Después de todo, las otras piezas deben ser otros con mi mismo puesto y los encargados de las cartas con figura. Pero por mucho que lo pienses, no somos más que peones jugando con otros peones mientras se sienten superiores.

-De nuevo, me sorprendes Morizono, o debería llamarte Seina? En fin, las reglas para tu puesto, no dejes de participar en juegos, no reveles tu identidad a nadie, pues las cartas de figura y los de tu mismo puesto serán informados, personal con menor puesto como observadores y crupieres jugadores no serán informados, tampoco debes desobedecer órdenes directas de mi, si no realizas tu trabajo el precio es la muerte, al igual que con las otras reglas, queda claro?-

Todo tiene sentido, doy por hecho que el que el castigo sea la muerte es para evitar que se revele ningún tipo de información, además, quiero vivir.

-Me parece bien, y aun que no fuese así ya sé demasiado así que no tengo elección.- Soltó una carcajada, que persona más enigmática.

-Solo porque realmente me has caído bien, tu carta es el comodín. No la tendrás físicamente porque ya tengo planes para ti pequeño diamante en bruto.- Me dio un móvil y se fue. Que salida más triunfal, si señor.

Obsesión | Suguru NiragiWhere stories live. Discover now