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En la noche de Halloween, la emoción habitual recorrió el castillo. La atmósfera espeluznante y las linternas flotantes alrededor del castillo podrían levantar el ánimo de cualquiera. El entusiasmo se había duplicado este año, porque Durmtrangs y Beauxbatons llegarían pronto.
—Me pregunto cómo llegarán?—pregunto Casper mientras toda la escuela se encontraba en los escalones del castillo.
—Puede que tomen el tren como nosotros— Ruth se encogió de hombros.
—Beauxbatons está lleno de Veelas francesas— Casper dijo. —Dudo que hagan algo tan normal como tomar un tren.
—Y que hay de Durmstrang? Señor que casi estaba allí?—Casper rió entre dientes, subiendo los dedos de los pies para ver por encima de la multitud. —Son una escuela orgullosa. Harán algo para demostrarlo.
Después de unos segundos, Ruth se abrazó y dejó escapar un suspiro. —Porque tardan tanto?, Hace mucho frio aqui?— Casper sonrió y se quito la bufanda, envolviéndola alrededor del cuello de Ruth.
—Estarán aqui pronto. Ya empezaste tus clases de tutor?—Ruth negó con la cabeza.
—Próximo Miércoles.
—Y todavía no sabes quien es tu tutor.
—Nop—dijo Ruth, —Supongo que será una sorpresa—Casper abrió la boca para hablar pero fue interrumpido por una voz que gritaba,
—¡¿Qué es eso que vuela sobre nosotros?!.
Ruth miró hacia el cielo oscuro, sus ojos instantáneamente atraparon un objeto volador. A medida que se acercaba, Ruth notó que era una especie de carruaje tirado por caballos voladores.
—Beauxbatons—susurró Casper en su oido mientras el carruaje aterrizaba y las chicas vestidas de seda azul emergían de el.
—Veelas. Esto será interesante.
Tan pronto como se pudo ver a las jóvenes, la mayoría de la población masculina de la escuela adquirió una mirada aturdida en sus rostros, aparentemente incapaces de comprender la belleza de las estudiantes de Beauxbatons.
—Es de mala educación mirar fijamente—Ruth le dio un codazo a Casper en el hombro mientras estudiaba a las chicas
Casper carraspeo y le envio a Ruth una amplia sonrisa.
—¡El lago!—Sonó una voz y cientos de cabezas se volvieron hacia el agua profunda, que parecía mucho menos asentada que hace unos minutos.
Ruth se asombró cuando un gran shi de madera se levanto lentamente del agua, perturbando enormemente al calamar gigante. Una vez que el barco llegó a la orilla, y los jóvenes se apearon.
—Durmstrang—dijo Casper. —Siempre hay que hacer una declaración.
Ruth no respondió. Vio como la escuela se acercaba al castillo de Hogwarts, cada estudiante vestía un uniforme compuesto de piel. Ruth supuso que debían de venir de algún lugar frio.
—Bienvenidos—llego la voz de Dumbledore, fuerte y clara. —¡A las hermosas damas de Beauxbatons y los orgullosos hijos de Durmstrang!.
Estallo una ráfaga de aplausos, silbidos provenientes de los chicos de Hogwarts. Dumbledore lucía una cálida sonrisa mientras saludaba personalmente al director de cada escuela.
—¡Hay un festín esperándolos a todos adentro—anunció Dumbledore. —¡Por favor, siéntanse como en casa!.
Cientos de pares de pies se abrieron paso hacia el castillo. Ruth y Casper tomaron sus asientos habituales en la mesa de Gryffindor. Beauxbatons tomó lugar en la mesa de Ravenclaw, y los estudiantes de Durmstrang con Slytherin, se vio la decepción de las otras dos casas.
—¡Ruth!—Casper exclamo de repente. —¡Ese es Viktor Krum!.
Casper sonrió —Es el mejor buscador de su generación. ¡Jugó para Bulgaria en la Copa Mundial de Quiddich!.
La única razón por la que Ruth encontró a Viktor Krum se debió a la gran nultitud de Slytherins que lo rodeaban. Krum no parecía muy especial; parecía un estudiante normal.
—Antes de hacer nuestro discurso—Dumbledore trajo un silencio instantáneo a la habitación. —¡Me gustaría presentarte el Cáliz de Fuego!.
Con estas palabras, una gran copa de oro fue convocada a la habitación. Estaba en un podio en el centro de la habitación.
—Esta copa decidirá quien participará en el Torneo de los Tres Magos de este año—explicó Dumbledore. —Se elegirá un campeón de cada escuela. Escribe tu nombre en un trozo de pergamino y colócalo en la copa para participar— miro alrededor de la habitación. —Recuerden que solo debes de ser mayor de 17 años. Tienes hasta mañana por la noche, ¡disfrútalo!.
Dumbledore chasqueó los dedos y la comida llenó las mesas al instante. Ruth inmediatamente comenzó a comer.
—Me pregunto quien va a entrar—se pregunto Ruth mientras comía su puré de papa.
—Krum parece bastante interesado—dijo Casper.
Ruth le dio un puñetazo en el hombro —Cállate antes de que empiece a pensar que estás enamorado de el.
Casper se rió entre dientes y negó con la cabeza, —de ninguna manera.
