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—¿Él hizo qué?—Poppy exclamó a la mañana siguiente.
—¡¿Se besaron?!—Katrina se unió, saltando de su cama.
Ruth soltó una risita, se tiró sobre la cama y escondió el rostro entre las manos. Ruth y Fred se habían quedado en la Torre de Astronomía por un buen tiempo, y no regresaron a la Casa Gryffindor hasta la medianoche. Para entonces, sus dos hermanas se habían dormido, por lo que Ruth no pudo contarles lo que pasó hasta la mañana.
—Sí. Nos besamos—dijo Ruth. —Unas pocas veces más.
Poppy y Katrina chillaron de manera idéntica antes de saltar a la cama de Ruth, asfixiándola en un abrazo grupal. La trilliza más joven soltó una carcajada.
—¡Esto es increíble!—Gritó Poppy. —¡Ya era hora!
—Sí, Fred ha estado hablando de ti durante años—dijo Katrina. —En realidad, se estaba volviendo bastante molesto.
—Y estaba en la Torre de Astronomía—presionó Poppy. —¡Quiero decir, es tan cliché pero tan perfecto al mismo tiempo!
Ruth soltó una risita y se bajó de la cama, dando vueltas de camino al baño. Se cepilló los dientes, aunque de mala gana; todavía podía sentir los labios de Fred sobre los suyos.
—¿Te pidió que fueras su novia?—Preguntó Poppy mientras Ruth regresaba del baño.
Después de una breve pausa, Ruth negó con la cabeza. —No. ¿Tenía que hacerlo?
Katrina y Poppy intercambiaron una mirada antes de que la primera se levantara de la cama de Ruth. —No nada más besas a alguien y no empiezas a salir—dijo Katrina rotundamente.
El humor de Ruth se desinfló. Ella no lo sabía. ¿Por qué Fred no le pidió a Ruth que fuera su novia, si eso es lo que hacen todos? La mente de Ruth trabajó rápido para encontrar una respuesta de alguna manera. ¿Era tan mala besando?
—Tal vez te pregunte hoy—sugirió Poppy después de ver el rostro preocupado de su hermana. —Bajemos a desayunar.
Las trillizas abandonaron su dormitorio. Ruth les dijo a sus hermanas que siguieran adelante sin ella, ya que quería esperar a Casper. Ruth se sentó en el sofá mientras esperaba a su mejor amigo.
Ruth había estado esperando durante más de 10 minutos cuando finalmente llegó Casper. Ruth saltó del sofá sonriendo.
—Te tomó bastante—dijo. —Vamos. Me muero de hambre.
—¿Donde estabas ayer Ruth?—Pregunto Casper
—Estaba con Fred—le dijo Ruth. —¿No me viste despidiéndome al final de la reunión de anoche?
—Si lo hice y a todo esto donde fuiste que te tomó casi toda la noche.
Ruth sonrió, sintiendo los ojos de Casper sobre ella. —Estábamos en la Torre de Astronomía.
Casper arqueó las cejas. —¿La Torre de Astronomía? ¿Por qué te traería allí?
Ruth se sonrojó y rompió el contacto visual con su amigo. —Me besó—dijo rápidamente.
—¡¿Te besó ?!—Casper siseó, obviamente sorprendido. Ruth miró a su alrededor para asegurarse de que nadie lo hubiera oído.
—¿Podrías decir eso más fuerte?—Ruth arrastró las palabras.
—¿Y fue en la torre de Astronomía?—Casper se rió entre dientes con amargura. —Lo siento, pero eso es tan cliché. Todo los chicos llevan a las chicas ahí.
Sus hermanas habían dicho que la ubicación del primer beso de Ruth era un cliché, pero la forma en que Casper dijo la palabra no le sentó bien a Ruth. —Fue agradable—presionó Ruth. —Me gusta Fred.
Casper no respondió y continuaron hacia el Gran Comedor en silencio. Se dirigieron a sus asientos habituales y se sentaron.
Ruth comenzó a desayunar, mientras que Casper ni siquiera tocó su bebida. Ruth lo miró con recelo. —¿Qué pasa Casp?
—No tengo hambre— respondió Casper de mal humor.
Ruth dejó caer su cuchara, dejándola sonar contra su cuenco. —Has estado actuando ... raro por un tiempo.
—Estoy bien Ruth, honestamente—dijo Casper, sin mirarla a los ojos.
—Casp—advirtió Ruth.
Los ojos de Casper se movían de izquierda a derecha, un movimiento que Ruth sabía que hacía cada vez que pensaba mucho. Observó en silencio como su amigo suspiró y jugueteó con sus dedos.
—Es mi-um-mi tía— comenzó Casper temblorosamente. —Ella no está bien.
—¿Mal?—Preguntó Ruth. —¿A qué te refieres?
—Yo-uh- no sé todos los detalles, mamá no ha podido escribirme—continuó Casper, todavía sin mirar a Ruth a los ojos. —Creo que está enferma. Solo estoy preocupado
Ruth sonrió con tristeza. —¿Por qué no me lo dijiste antes?—Cuando Casper no respondió, Ruth se movió para envolver su brazo alrededor de sus hombros. —Estoy segura de que tu tía estará bien, no hay necesidad de preocuparse tanto.
Casper asintió y se inclinó ligeramente hacia Ruth.
—Ruth—llegó la voz de Katrina. Ruth se volvió para ver a sus dos hermanas. —¿Has visto a Fred esta mañana?
Ruth apartó el brazo del cuerpo de Casper y negó con la cabeza. —No lo he hecho.
—George tampoco está por ningún lado—compartió Poppy. —No sabemos qué pasó.
Ruth escuchó a Casper suspirar a su lado. El chico de las gafas se volvió hacia su amiga. —Voy a regresar a los dormitorios. Te veré más tarde.
Casper se fue antes de que Ruth pudiera pronunciar una palabra. Esto le dio la oportunidad de dedicar toda su atención al problema principal, ¿dónde estaban los gemelos Weasley?
—No pueden haber desaparecido—dijo Ruth mientras sus hermanas se sentaban a su lado. Ruth estiró el cuello para mirar toda la mesa de Gryffindor. —Ron tampoco está aquí.
—¡Tienes razón!—Exclamó Katrina. —Su hermana menor Ginny tampoco está ahí...
—¿Así que toda la familia Weasley ha desaparecido de la noche a la mañana?—Dijo Poppy, su voz llena de preocupación. —¿Por qué?
—Toda la familia Weasley más Harry Potter—agregó Ruth, con el cuello todavía tenso.
—Algo debe haber sucedido—dijo Katrina. —Oh, espero que estén bien.
—Estoy segura de que están bien—dijo Ruth, aunque igualmente preocupada. —Tienen que estarlo.
