𝐃𝐘𝐍𝐀𝐒𝐓𝐘 | SIRIUS BLACK

De regreso a Hogwarts

- ¡te dije que yo me iba a quedar con ese disco! - estábamos atacados de la risa Sirius y yo mientras entrábamos a la estación de tren. - no es justo.

- si es justo porque yo trabajé en la tienda y nunca me pagaron. - eso es cierto.

- trabajaste ahí por gusto. - el sonríe. - ¿ves? Pero bueno... puedes quedarte con ese disco. Tengo muchos.

- bien, entonces tú te quedas con este pastelito. - me lo entrega. Andromeda, ayer nos preparo unos veinte y nos los comimos todos. Solo nos quedaba uno.

- por favor, quédatelo tú. - me reí. - comí tanto que si vuelvo a comer otro... me vomito.

- ¿estás lista para ver a tus amigos? - me pregunta mientras nos detenemos.

- lo estoy. - suspiré. - ¿crees que deberíamos fingir que... nos odiamos?

- no veo el por qué. - ríe de manera muy tierna. - ¿o... deberíamos? - levanté ambos hombros, sin saber que decir.

- podrías, lanzarme ese pastelito en la cara, para verte tan odioso como siempre. - le dije de broma.

- Alex, quería decirte algo. - ví que ahora se mostraba muy serio, como nunca lo había visto. - escucha este verano...

- ¡Alex! - Ralph llega y me abraza de la cintura, para cargarme y darme vueltas. Estaba por igual mucho más alto y... muy guapo. - no entiendes lo mucho que te extrañe. - me da un beso en la mejilla, uno muy cerca de los labios tengo que admitir.

- ¡y yo a ti! - me sentí tan mal de no haberle escrito más. Ni de visitarlo. Se debía a que estuvo solo con Sirius. - yo... - voltee a ver a Sirius, quien olvidé por un momento que seguía ahí. - ¿tenías algo que decirme?

- si. - el me embarra el pastelito en el rostro. No puedo explicar, lo mucho que me molesto eso. Cuando yo se lo comenté, se lo dije de broma. - ten un buen inicio de clases... o mejor no. Espero que tengas uno terrible. - pone los ojos en blanco y se retira.

- ¿por qué rayos te hizo eso? - me pregunta Ralph, mientras me ayudaba a limpiarme. No voy a mentir, sentí muy feo eso. ¿Por qué actuó así? Se ha tomado muy en serio esto de volver a odiarnos. No lo decía en serio. - este idiota... espera y se las vea conmigo... - le detuve, tomando de sus brazos.

- no te preocupes, es un tonto. Como siempre lo ha sido. Solo... subamos al tren.

Ambos subimos de el, y pude ver a Sirius y a todos sus amigos en el primer cubículo. Remus me saluda con mucha emoción pero Sirius solo leía de su libro, y me ignoraba.

- ¡ya jamás me contestaste las cartas! - Remus dice y yo solo podía ver a su amigo.

- es que... estuve ocupada este verano. Trabajando. Solo eso. - cuando dije eso, vi como este quiso voltear, pero no lo hizo. - ¿hablamos en el gran comedor?

- deberían sentarse aquí, el tren está por... - en eso, el tren arranca. - arrancar.

- ¿quieres que nos sentemos aquí? - me pregunta Ralph y yo negué con la cabeza. Si podía evitarlo, lo haría. - aceptaremos el lugar, Gracias.

- increíble. - dije en voz baja y me senté a un lado de Ralph y al otro de Remus. James, Peter y Sirius al otro lado.

- ya no nos vimos este verano. - Ralph me dice y me toma de la mano. - me hubiera encantado que así fuera. Tenía muchas ganas de verte.

- igual yo a ti. - esta mal, está muy mal que mientras hable, lo único que haga sea voltear a ver a Sirius. Pero no puedo evitarlo, de un minuto a otro el borro su sonrisa y decidió ignorarme. - pero... se juntaron muchas cosas y el trabajo y...

- ¿no habías pensado Ralph que ella no quería verte? Digo, por algo no paso. - Sirius dice, por fin bajando de su libro.

- primero la lastimas, con ese pastelito. Y ahora ¿nos molestas? ¿Cual es tu problema, Black? - Ralph nos defiende.

- ¿te lastime? - al fin mostró algo de compasión y de interés. Yo negué con la cabeza. - ¿ves? No la lastimé.

- algo que no has entendido y creo que nunca lo harás, es que... puedes lastimar a alguien sin la necesidad de ser de manera física. Estoy seguro de que un pastelito no duele nada.

- así es. - Sirius dice.

- pero tú actitud de patan si puede lastimarla a ella. - no lo voy a negar, me hizo feliz el que Ralph me defendiera. Sirius solo lo mira molesto.

- okay... aquí está la tensión un poco fuerte. - dice James.  - me disculpo por mi amigo.

- yo no. -dice el.

- como dije, yo me disculpo por el. - dice James intento arreglar las cosas. - sigan con lo suyo. Ignórenlo.
...

Llegamos al instituto y nos fuimos al gran comedor. Si, Ralph intentó sacar el tema sobre nosotros... de por fin intentarlo. Pero yo no pude darle una respuesta. No se si me siento de la misma manera que... hace un mes. Le dije que lo quería dejar para después, que ahora solo disfrutemos de este año. Al menos hasta que de mi cumpleaños. Todo puede cambiar en meses, y eso me lo ha comprobado Sirius Black.

Es como si el que yo conocí en la tienda de música, ya no existiera. Fue grosero una vez que llegamos a la. Estación de trenes, en la cena me ignoro y se fue con sus amigos. Si el ya no quería ser mi amigo entonces yo lo entiendo. No me importa. No lo necesito.

Ahora estábamos todos en la sala común y me puse de pie para cambiar la música, pero al mismo tiempo, como siempre, Sirius igual se acerca.

- ¿pondrás el disco? - le dije tratando de verme un poco amistosa.

- mejor hazlo tú. En fin, escuchar a los Beatles una vez más no le hará daño a nadie.

- ¿por qué estás actuando como un idiota? - me crucé de brazos. - ¿hice algo que te molestara?

- tu misma lo dijiste, estando aquí... nos odiamos. - no fue eso lo que dije. - que todo sea como siempre.

- Sirius. - una chica de nuestra clase, se acerca y le jala del rostro para besarlo. Esta es la primera vez que veía un beso... que no fuera de mis padres. Bueno, veía a algunos alumnos de aquí de generaciones arriba pero... el que sea Sirius esta vez, lo hizo tan extraño. Fue un beso muy tranquilo, y no esperaba menos. Pero... aún si me sentí incomoda. - ¿podrías poner algo de música romántica?

- Alexandra. - ¿por mi nombre completo de nuevo? - Ella tiene mucha de esa de John y Paul McCarney ¿no?

- ¡perfecto! - Ella se va  a sentar al sofá y solo lo miré, helada.

- así que... tú primer beso. - le dije.

- mi primer beso con Lisa Toony. - sonríe, pero yo no podía ni en lo mas mínimo sonreír. - creo que fue hace como... ¿tres días?

- increíble que eres. - me fui a sentar de nuevo con mis amigas.

Creí que podía tener una amistad con el. Aún y cuando ese mes que pasamos juntos fue uno de los mejores amigos que he tenido... el día de hoy es otro, y no quiero tener nada que ver con ese Sirius. Estúpido, engreído y ahora ¿que? ¿Se va a besar con cada alumna de nuestra casa? Es el primer día de clases. No puedo creerlo. Si Andromeda estuviera aquí, no se que pensaría de su actitud.