Capitulo 3

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Soy Jayson, Jayson Miller

El despertador acababa de sonar, hoy hacia una semana que me dieron el alta en el hospital y eso quería decir que tendría que empezar el instituto. Mi madre no estaba en casa así que decidí no ir hoy a clase pero Kiara estaba fuera esperándome con el coche, había convencido a sus padres de que tenia que cambiarse de instituto porque necesitaba cuidar de mi y odiaba que todo el mundo pensara que necesitaba un Kanguro, pero al fin de cuentas era mi amiga y hacia todo esto por que me quería así que no podía echarla nada en cara.

Cuando al fin salí de mi casa, Kiara me recibió con un abrazo y me dijo que subiera al coche. Era totalmente opuesta a mi, llevaba una falda y un top que dejaban ver sus curvas, se había planchado el pelo y llevaba un poco de maquillaje, sinceramente estaba preciosa mientras que yo iba con los vaqueros mas rotos que había encontrado, una sudadera blanca ocho tallas mas grandes y un moño mal hecho. No solía compararme con Kiara, sabia que ella era demasiado y además tampoco me importaba lo que pensara la gente de mi físico, estaban acostumbrados a sobrevalorar todo y pasaba de esas opiniones.

-Te he echado de menos-. Kiara rompió el silencio, no la veía desde mi intento de suicidio y esto estaba siendo muy incomodo.

-Yo también.- no sabia que otra cosa responder.

-Mira Michelle, se que has echo cosas de las que seguro que te arrepientes, pero te conozco desde hace mucho y se lo especial que eres, asique no actúes con incomodidad porque si quieres podemos fingir que no ha pasado nada-. Se que intentaba relajarme pero me jodia que todo el mundo actuara como si nada hubiera pasado y no lo hacían por mi, se autoconvencían que era para que no me sintiera mal pero simplemente lo hacían porque no querían pensar que estaban hablando con una suicida.

-Si todo mi hubiera salido bien ahora no tendría que estar fingiendo-. Eso no era ninguna indirecta, era una broma para romper el hielo pero al parecer nadie entendía mi sarcasmo.

-¿Entonces quieres hablar de ello?-. Note como su mirada se posaba en mi, estaba preocupada asique decidí hacerla caso y no volver ha hablar del tema.

-¿Y sabes a que tío vas a follarte este vez?-. Intente cambiar de tema y como siempre era Kiara la que me hablaba de tíos decidí preguntarla eso ya que nunca le preguntaba por ellos o sus relaciones, no me interesaba pero cuando la rompían el corazón o tenia alguna anécdota estaba ahí para escucharla.

-Jayden Miller-. Sabia quien era, me había intentado comprar droga mas de una vez, sinceramente nunca he vendido droga pero al parecer tengo pinta de camello. De todas formas no me apetecía explicarle la historia ha Kiara a si que me hice la tonta.

-¿El capitán del equipo de fútbol?-. Obviamente sabia la respuesta.

-¿Jayden? Es un drogadicto que puede matar a todo el equipo de futbol, además de ser el tío con mas follada de toda la ciudad-. Se le escapo una carcajada y yo la seguí la corriente, el chiste no me hacia gracia, me había reído mas con el mío, pero sabia lo que la gustaba que se rieran de sus tonterias.

-¿Y vas a ir a por el?-. Si esa era la idea de Kiara estaba mas loca que yo, solo iba ha conseguir acabar de tres formas: o muerta, en la cárcel, o con el corazón roto, ya que Jayden no tenia fama de ser capaz de querer.

-No tonta, Jayden no esta a mi alcance pero es amigo del capitán del equipo de futbol. Kenai Jones, ese es a por el que voy pero si quiero acercarme a el necesito hablar con Jayden.

-Buena suerte, supongo-. No sabia que decir, no era muy buena dando consejos, ni hablando, se me daba bien debatir y dar mi opinión pero ayudar a los demás, eso era otra conversación.

En cuanto me baje del coche de Kiara me di cuenta de que estaba cometiendo un error, estaba en un sitio en el que no quería estar, malgastando lo poco que me quedaba de vida en ver a cuatro gilipollas riéndose de ti porque no llevabas su bolso de marca.

Kiara y yo no teníamos la primera clase juntas, asique en cuanto me perdió de vista salí corriendo teniendo claro que iba a saltarme la primera hora.

No tenia ni idea de donde ir, no conocía el instituto, a si que deje que mis piernas me guiaran hasta llegar a un descampado. Me senté debajo de un árbol, saque mi libro favorito y empecé a leer. Me encantaba la tranquilidad que tenia mi cuerpo, por una vez estaba a gusto.

-Sabes, la gente normal no hace pellas para ponerse a leer-.Tenia su mirada verde clavada en mi, antes de contestarle le eche un vistazo, tenia el pelo alborotado y una sonrisa clavada en la boca.

-Se podría decir que no soy muy normal-. Su mirada cambió completamente y ahora me miraba con preocupación.

-¿Michelle?,¿Michelle Wilson?-. Su voz se volvió mas grave y se notaba que estaba preocupado, ¿Cómo cojones sabia quien era?

-¿Sabes quién soy?-. Ahora era yo la que estaba preocupada.

-Claro que lo se joder, han llenado la escuela con posters y papeles contra el suicidio por ti.

-Bueno, ahora tengo mas cosas con las que cortarme-. Porque estaba diciendo eso, ni mi mejor amiga era capaz de entender mi sarcasmo, porque cojones estaba hablando con un desconocido de eso.

-¿Te han dicho alguna vez que tienes un humor demasiado negro?-.No pudo evitar soltar una sonrisa. Le devolví la sonrisa, era la primera vez que sonreía después de 4 meses y la verdad, sentaba bien.

El timbre sonó y el chico saco un paquete de tabaco.

-¿Fumas?-. Me tendió el paquete.

-¿Porque iba a querer matarme poco a poco pudiendo hacerlo de una tirada?

-Pensaba que a los suicidas os gustaba sufrir.

-Depende de con el suicida que trates-. Volvió a sonreírme.

-Bueno novata, será mejor que te vayas, ya has te has perdido tu primera clase.

-Esta bien.

-¿No vas a preguntarme mi nombre?

-¿Debería hacerlo?

-Podrías, pero no creo que haga falta, soy Jayson, Jayson Miller-. Sabia quien era, lo sabia desde el primer momento que escuche su voz.

-Pues hasta luego Jayson-. Dije mientras me levantaba y salía de ahí para ir a clase.

-Si no te mueres antes-. Estaba de espaldas pero no pude evitar sonreír.

-Pensaba que el humor negro era lo mío-.

Crónicas de una suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora