¿No se pueden quedar aquí las cosas que pasen hoy?
Impulsividad, el alcohol hace que ese sentimiento se magnifique y no es algo bueno para mi, llegue al punto en el que mis ojos no veían bien, pare de notar la garganta y mis pies y boca se movían solos. Ahí estaba yo, la chica deprimida, bailando con su pijama de Bob esponja y sus zapatillas de Shrek. ¿Qué como llegue a este punto?, muy fácil, Jayson Miller. Cruzamos miradas por un segundo y eso me dio la suficiente fuerza para ponerme pedo, estaba bien ahogar tus problemas en alcohol, porque por un momento, deje de ser Michelle y empecé a ser una chica estúpida y totalmente normal, pero como no, no he podido cometer un erros mas tonto, que olvidar mis problemas por una noche.
-¿Porque vas disfrazada?-.Un chico estaba a mi lado, era un poco mas alto que yo y tenia los ojos marrones, era en lo único que me fije de el.
-No voy disfrazada, es mi pijama-.Y lo dije con la mas normalidad del mundo.
-Me caes bien-. El chico puso sus manos en mi cintura.
-Si no me conoces-. Yo no hice nada para apartarlo.
-Déjame intentar hacerlo-. Y su boca solo estaba a pocos centímetros de la mía, yo solo solté una carcajada y le negué con la cabeza.
-¿Seguro que no quieres?-. Y entonces me di cuenta, ese tío estaba realmente bueno y yo ya no era la Michelle triste y pasota, era una adolescente imbécil, ¿y que hacen los adolescentes imbéciles?, liarse con otros que también lo son.
-No va a hacer nada-. Y esas palabras interrumpieron mi primer beso, pero esa no fue mi sorpresa, sino la persona que dijo eso, me subió a sus hombros y cargo conmigo hasta una habitación.
-¿Cuanto has bebido?-.El chico que había cargado conmigo me dejo en la cama tumbada.
-No he bebido-. Y empecé a reírme.
-Michelle...-.entonces comprendí de quien se trataba.-No me mientas-.El siguió hablando.
-¿O que Jayson?-. No se como pero conseguí levantarme y acercarme a el.
-Puedo hacerte cosas peores Michelle-. Esas cinco palabras consiguieron que mis hormonas se multiplicaran por diez.
-¿Porque me sigues hablando? Ya has conseguido tu objetivo-. Cambie rápidamente de tema, tal vez iba pedo, pero me radar anti-sexo seguía activo.
-Era una gilipollez Michelle, siempre digo gilipolleces-. El intento sentarme de nuevo en la cama, pero yo me levante y volví a ponerme en frente suya.
-¿Pero porque yo?,¿Porque te portas bien conmigo y luego eres un cabrón?, se como eres y lo que haces con las tías y si solo quieres que follemos por mi encantada-.¿acababa de decir eso enserio?-Pero no puedes aparecer en mi vida y luego desaparecer dé repente, no puedes creerte que por hablar conmigo y llevarme tus sitios para ligar, tienes derecho a decirme que solo soy una forma de perder el tiempo. Porque no voy a sufrir por nadie y menos por ti Jayson Miller-.Entonces mis lagrimas empezaron a caer, no lloraba por el, lloraba por todo el dolor que tenia dentro, pero por su mirada se sentía culpable.-No soy ninguna de tus conquistas, nunca lo he sido, ni voy a serlo-. Estaba a la altura de su pecho y empecé a darle golpes, el solo se limito a abrazarme y no voy a mentir, fue el mejor abrazo de mi vida.
-Michelle-.No quería que siguiera hablando, no quería sus excusas.
-Cállate-. le corte y el me hizo caso.
Entonces cometí el peor error de esta noche, mirarle a los ojos.
-Bonitas zapatillas-. Y ese hoyuelo que me volvía loca, apareció.
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Crónicas de una suicida
Teen FictionMichelle, una persona nada común, pone los ojos en alguien que no tendría que haberlo hecho, mientras que sus mejores amigos son victimas de problemas causados por la sociedad. Es una historia de amor, con el típico chico posesivo, solo que se van m...