Capitulo 7

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¡No me habías dicho que no ibas a matarme!

El viento paro de molestarme justo cuando el comenzó a frenar la moto. Se bajo de ella y me tendió la mano a lo que yo le respondí bajándome por el otro lado e ignorando su mano. No estaba enfadada, ni tenia miedo de estar ahí con el pero me había mentido, me había prometido que me iba a llevar a mi casa.

-¿Sabes? Lo que has hecho tiene nombre, se llama secuestro-.Rodee la moto para apoyarme a su lado mientras que el se encendía ese estúpido papel otra vez.

-Tu accediste-. Dijo sin hacer ningún movimiento.

-A que me llevaras a mi casa, pero esto no es mi casa-.

-¿Eres consciente de que no me dijiste donde vivías, no?-. Mi cara comenzó a ponerse roja, ¿porque siempre quedaba cómo una estúpida? y no es que lo fuera pero no le prestaba atención a nada de lo que pasaba en el mundo.-Además yo te prometí sacarte de la fiesta, pero no te dije donde te llevaría tu solo accediste-. Y seguido de esto soltó una carcajada.

-¿Me has traído aquí para matarme?-. Esto solo hizo que su risa aumentara mas.

-Michelle, si quisiera matarte ya lo habría hecho-. Dio una ultima calada y lo tiro al suelo, para después sacar su paquete de tabaco.

-¿Se supone que ahora tengo que estar mas tranquila?-. El chico me agarro de la mano y dio un tirón hacia el.

-Ven-. Y volviendo a tirar de mi me arrastro montaña arriba.

El chico me llevo a un lago precioso, tampoco podía ver mucho ya que eran mas o menos las 4 de la mañana y la oscuridad me impedía ver mucho. Al estar frente al lago Jayden me soltó la mano y comenzó a quitarse la camiseta seguido de los zapatos, se bajo los pantalones y no se como apareció en bañador.

-Veo que tenias esto planeado-. Le dije intentado mirarle a los ojos y no desviar mi mirada para abajo, aunque sinceramente fue bastante difícil, el chico estaba demasiado bueno.

-Vengo aquí casi todas las noches de verano-. Y comenzó a acercarse a mi.-Quítate la ropa-. me dijo seguido de una mirada de arriba a abajo.

-¿Que?¡No!-. solté en un grito tratando de asimilar lo que estaba pasando-. ¿Así es como consigues desnudar a las tías con las que follas?¡descarado!-.

-Normalmente me basta con mirarlas, pero no te lo digo por eso Wilson, no tengo ninguna intención en follarte-. Dijo alzando su risa.-De momento-. Y siguió riéndose.

-Tampoco tengo interés-. Le dirigí una mirada a sus ojos verdes.

-Quítate la ropa-. Volvió a repetirme.

-No-.

-Michelle, por tu bien me quitaría la puta ropa-.

-Y por el tuyo pararía de repetírmelo-.

-Bien, tu lo has querido-.Seguido de esto me quito su chaqueta, consiguió subirme a sus hombros y me metió con el en aquel estúpido lago.

-¡No me habías dicho que no ibas a matarme!-. Estaba enfada y mojada a la vez.

-¿Sigues respirando, no?-. Su risa era cada vez mas fuerte, se lo estaba pasando demasiado bien, viendo como sufría.

-¡Dios, voy a matarte!-. Estaba lo bastante profundo para que flotáramos, por lo menos yo lo hacia, asique aproveche su despiste para meterle la cabeza debajo del agua. Pero al parecer el chico tenia reflejos y consiguió agarrarme de las muñecas antes de que acabara encima de el.

-¿Seguro?-. Me dijo sin que esa estúpida sonrisa se le borrara de la cara.

-Seguro-. Y intente meterle la cabeza debajo del agua, sin poder usar mis manos ya que el las tenia retenidas.

-Hago pie estúpida-.Y la que acabo debajo del agua fui yo. Cuando saque la cabeza del agua le eche una mirada asesina.

-Si no fuera porque eres mi única forma de llegar a casa y me sacas mas de dos cabezas te juro que estarías debajo del agua con una piedra en la cabeza-. Estaba flotando y cansada, al parecer el se dio cuenta y me sujeto para que lo único que hiciera fuera seguir respirando.

-Deja de ser tan gruñona y disfruta un poco-. Volvió a meterme la cabeza debajo del agua.

Estuve mas de dos horas en ese estúpido lugar con ese estúpido chico, haciendo las gilipolleces mas grandes que ha nadie se le podría haber ocurrido y sinceramente le odiaba, no sabia porque pero lo hacia, aunque no podía sacarme el pensamiento de que con el era feliz y podía ser yo misma.

-Ten, toma-. Salimos del agua y me ofreció la camiseta que había llevado en la fiesta ya que al parecer el tenia otra guardada. Aproveche que el había ido a buscar la moto para cambiarme.

-Ahora si, te llevo a casa-. Dijo sacudiéndose el pelo al lado mío para salpicarme.-Pero para eso necesito saber donde vives-. Le di un empujón y le dirigí una sonrisa, pero esta sonrisa era de verdad, no era de esas falsas que le ponía a todo el mundo incluyendo a mis mejores amigos, era una sonrisa verdadera.

Le guie hasta mi casa y me baje de la moto.

-Quédate la camiseta-. Y me dedico una sonrisa dejando que vira su hoyuelo.

-Gracias-.Le devolví la sonrisa.

El chico espero a que entrara en mi casa para encender su moto e irse. Yo subi las escaleras con cuidado para llegar a mi habitación sin despertar a mi madre, me asome a su habitación y vi que no estaba en ella. Entonces recordé que estaba empezando ha salir con un tal John y me imagine que habría pasado la noche con el y así fue, encima de mi cama había una nota.

"Estoy con John cualquier cosa me llamas, besos".

Me puse el pijama y me tumbe en la cama, pensando en todo lo que había pasado. Por una vez era realmente feliz, aunque solo fue por el instante en que estuve con el hablando en el lago, pero por un momento pude sentir la verdadera felicidad. Y entonces me di cuenta, ese chico llevaba consigo mi felicidad y no pude cometer un error mas grande que aferrarme a la posibilidad de que el conseguiría salvarme de mis problemas.

Crónicas de una suicida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora