Capítulo 93. Actitud mágica.

897 161 158
                                    

Habíamos pasado la noche al costado del camino y al amanecer empezamos nuestro camino hacia la capital del reino demoníaco Edén.

Esta chica Maia parece gustarle a Sylphi, por lo cual me dificulta deshacerme de ella, así que lo dejaré pasar.

Maia: ¿Entonces te interesa la academia de magia?.

Kazuma: Si, si solo es una prueba práctica, no me molestaría tomar clases de magia de magos más versados.

Maia: Ya veo, por cierto, ¿Tienes donde quedarte una vez lleguemos a la capital?.

Kazuma: De hecho... No tengo ningún lugar, pensaba quedarme en cualquier lugar que acepte dinero.

Maia: Inaceptable, no puedes dejar que tu hija viva en esa clase de lugares, son visitados por toda clase de demonios que no son especialmente agradables.

Kazuma: Tienes mucha razón en eso..., No sé si podría comprar una casa...

Maia: ¿Te importaría escuchar mi proposición?.

Kazuma: ¿proposición?.

Maia: Salvaste mi vida, y Sylphi-chan es un encanto, no puedo dejar que viva en lugares feos después de haber pasado la noche con ella. Así que, ¿No te gustaría ser invitado en mi casa?, No tendrás que pagar ningún tipo de renta ni nada, será tratado como un invitado de honor y tendrás quien pueda cuidar de Sylphi-chan mientras estés en la academia.

Kazuma: Tienes un punto...

Maia: Como podría ser malagradecida con quién salvó mi vida, es obvió.

¿Que debería hacer Banji?.

Banji: Bromeas, esto es paso a un monto de posibilidades, es una chica noble, imagina el dinero que podrías tener, además da paso a los típicos accidentes en el baño donde ella grita "KYA", es un oportunidad única en la vida. Y pensando en la mocosa tiene razón, si quieres aprender más magia, no puedes pasar todo el día con ella.

Kazuma:Me molesta el hecho de que no pueda pasar todo el tiempo con Sylphi... Pero tienes razón quizás no pueda llevarla a la academia, aceptaré tu propuesta Maia.

Maia: Que bien.

Maia frotaba sus mejillas contra las de Sylphi mientras está reía sin parar. Dios Sylphi se ve tan adorable.

Llegando el medio día pro fin llegamos a la capital de este reino, no hubo ningún problema para entrar, en serio esto era un reino demoniaco, había todo tipo de demonios y monstruos conviviendo en este lugar, había tanto humanoides como bestias, goblins, orcas, y otro tipos de mezclas, por sobre todo había demonios con firma parecida a la de un humano, algunos con cuernos otros que no los tenían pero sus ojos variaban de color entre el rojo, dorado y en algunos casos como el de Maia, morados.

Maia: ¿Esta es tu primera vez en la capital de Edén, verdad?.

Kazuma: Si... Tengo que admitir que es más grande de lo que imaginaba.

Maia: Por supuesto, aunque sigue siendo más pequeña que la capital de un reino humano, la población actual de esta ciudad no pasa de los quinientas mil habitantes.

Kazuma: Ya veo, son muchas personas...

Maia: Jaja, Arthur-san demonos prisa así podrán descansar en mi casa.

Kazuma: S..si.

Banji: Creo que alguna vez estuve en este lugar pero no lo recuerdo...

Parece que los dos sufrimos de amnesia eh...

Habíamos dejado nuestros caballos en la entrada de la ciudad y contianuamos a pie, al parecer era una regla de la ciudad, solo los nobles tiene permitido usar carruajes y como Maia solo tenía un caballo que logró rescatar de su destrozado carro no veía razón para llevarlo hasta donde sea que viviera.

De todas formas caminar es mejor así podemos ver más de esta ciudad, tenía sostenida a Sylphi fuertemente de sus manos para que no se perdiera, recorrimos gran parte de la ciudad y como en media hora estuvimos fuera del distrito comercial que está cerca de la entrada, ahora estábamos en el distrito residencial, al parecer no había sectores para nobles y demás, podías encontrar una casa enorme a lado de otra pequeña, al parecer en la capital los nobles no son tan ostentosos como el bastardo que vivía cerca del bosque.

Por fin habíamos llegado a la residencia de Maia, era una pequeña mansión, no era extremadamente grande pero sin dudas se veía con aires de nobleza.

Ella entró sin ningún problema con una sonrisa en sus rostro y quitando pecho, nada más abrió el portón de la casa cuatro sirvientes salieron a recibirla.

Maia: Este hombre de aquí es Arthur-san, será mi invitado por tiempo indefinido, tratenlo a él y a su hija como me tratarían a mi.

Los siguientes asintieron y aprecian aliviados de que ella haya llegado a salvo, pude escuchar como algunos de los sirvientes le expresaba su alivio al ver que llegó a salvo.

Maia: Arthur-san debes tener hambre y seguro que Sylphi-chan también, ¿Por qué no toman un baño?.

Kazuma: Si, tienes razón, me vendría bien.

Sylphi: ¡Baño!.

Kazuma: Si, baño, vamos voy a lavar tu cabeza.
.
.

Luego del baño y una comida sin dudas maravillosa, no había comido así desde que desperté en el bosque, una comida caliente es lo mejor.

Maia se había cambiado y ahora iba con ropa de casa, algo ligero pero que cubria toda su piel, ella se sentó y empezó a explicarle cómo funcionaria la academia.

Maia: A decir verdad, al poder encargarte de los bandidos que me perseguían sin duda debes ser un mago talentoso, pero eso solo podría darte paso a un lugar en la academia, yo estaré en la clase Avanzada debido a mi actitud mágica, pero como tal nunca he practicado magia, traje un objeto que nos permitirá medir esa actitud, solo debemos vertir maná dentro del el.

Maia puso una perla del tamaño de un puño sobre la mesa y puso su mano sobre esta y empezó a introducir maná en esta.

La perla cambio de color azul a verde, morado, luego naranja y finalmente amarillo.

Maia: Mi actitud mágica es buena, mientras más se asemeja al color del sol más fuerte es tu actitud mágica.

Kazuma: oh, déjame intentar.

Pude mi manos sobre la perla y empecé a inyectar mi mamá en esta.

La perla cambio rápidamente entre los colores, azul, verde, morado, naranja, amarillo, rojo, gris y luego se puso negra y la perla se rompió.

Maia: No puede ser...

Kazuma: Ahhh, lo lamento no quería romperla.

Maia: Eso no importa... Tu actitud mágica es superior a la mía, es sorprendente nunca había visto cambiar los colores tan rápido, además la perla se rompió, incluso podrías ser más afín a la magia que los anillos de la reina.

Kazuma: Anillos...

Banji: ¿Oy, que pasa?, Por qué tú maná circula sin control por tu cuerpo al escuchar esa palabra.

Lo siento... Ni siquiera yo sé por qué.

Kazuma: ¿Entonces crees que tenga oportunidad de entrar a la academia?

Maia: Por supuesto que sí, si no pudieras entrar la academia sería solo para idiotas y Lores demoníacos estúpidos.

Konosuba: El aventurero mas debil.Onde histórias criam vida. Descubra agora