Konosuba: El aventurero mas debil.

Capítulo 21. Oscuridad y Lamentos.

Kazuma y sus diez hombres se movían por la ciudad libremente sin hacen a penas ruido por los tejados acercandose a la mansión del lord de la ciudad, no solo estaba preocupando por qué ninguno de los diez hombres de Ellie hubieran contactado con Arthur o que la misma Ellie lo hiciera si algo salió mal, temía que algo pudiera haberle pasado, justo en este momento cuando había avanzado algo su relación con ella, no le gustaba admitir que ver el hermoso cabello rubio ceniciento de Ellie revolotear al darse la vuelta y mirarlo le había poner las orejas rojas, tanto que había estado usando su máscara mientras hablaba con ella, los dos seguían teniendo combates mensuales y había perdido en total 23 veces, aún debian tener un combate este mes, así que debía encontrarla para que los dos pudieran bailar en su escenario personal que era la arena de batalla, pronto, ya habían llegado a la mansión, cada uno de los hombres de kazuma tomo una entrada diferente, esto el solo se los había ordenado mediante señales con las manos.

Kazuma entró por un pequeño balcón de la mansión forzando sin mucha dificultad una puerta, entró en la mansión y en un primer vistazo uno pensaría que no había nada malo con está pero kazuma lo percibió en un instante, la mansión estaba demasiado silenciosa, era un silencio anormal, suficiente como para escuchar tus propios latidos, desenvainó sus dos dagas plateadas por precaución y empezó a recorrer la mansión bajando desde el tercer piso donde se encontraba hasta la planta baja, lo ridículo la cuestión fue cuando el y sus hombres llegaron al primer piso no existía uno ni una planta baja después, si no una entrada enorme de piedra, la entrada a un laberinto.

Kazuma: Que demonios...

???- Kazuma-sama, ¿Que deberíamos hacer?.

Kazuma: Es obvio que esto no solo apareció de la noche a la mañana, solo mira el lugar... La mansión fue construida sobre un laberinto... No nos iremos haga encontrar a los nuestros, si algo se cruza en nuestro camino lo matamos, entraremos al calabozo...

X10: Si.

Kazuma abrió la entrada con solo poner la mano encima, kazuma empezó a caminar con sus hombres a la entrada del calabozo, había recordado que la última vez que fue a un calabozo fue cuando conocio al viejo Art y cuando dejó morir a todo ese grupo de aventureros... Sin lugara dudss un re uetdo algo oscuro para pensarlo en este momento, no tardó mucho hasta que uno de los primeros monstruos apareció, era un pequeño repollo volador, luego aparecieron más pero a kazuma le saltó una vena en la frente y acabo con todos, no podía perder el tiempo con estas ridiculeces, tenía que encontrar a Ellie y a su equipo, otro problema era que no encontró al dueño de la mansión ni a ninguna otra persona en está, pero los problemas no dejaron de venir a molestarlo, así que no podía analizar tranquilo la información que tenía, no dejaba de encontrar monstruos, lobos, goblins o incluso aves saltadores, era un calabozo en toda regla, uni muy molestó, ahora estaba frente a otro obstáculo, habían estado recorriendo un largo pasillo el y sus 10 hombres pero este terminaba en una habitación grande, era obvio que un monstruo los estaba esperando, de todos modos eran 10 asesinos entrenados y haga ahora los monstruos habían sido bastante débiles así que sin titubear o temor entraron en está.

Pequeñas arañas empezaron a bajar del techo buscando lo que para ellas parecía un banquete servido a la habitación, kazuma y sus hombres empezaron a eliminarlas una a una pero pareciera que no tenía fin, por cada araña que mataban dos más aparecían para sustituir el lugar de su hermana caída, era algo bastante asqueroso más por qué cada vez se iban acumulando más, para kazuma no fue problema eliminarlas, lo hacía con facilidad mientras no usaba mana y lo ahorraba para un caso de emergencia, maratón 10, 20, 30, 40 arañas pero no paraban de venir hasta que un retubsr sonó en la habitación haciendo que las pequeñas arañas regresarán por donde vinieron entonces tomaron su lugar dos arañas mucho más grandes del tamaño de varias personas adultas juntas, si las pequeñas ya eran asquerosas, tener una de estas en frente era el doble de repulsivo sumando sus enormes mandíbulas y ojos rojos que parecían seguir tus movimientos,