•Capítulo 22•

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Diego

Estaba dormido. Soñando con nada en especial, removiéndose por la cama. Y puedo haber pasado más tiempo así de no haber sentido un peso sobre él.

-¡Despierta, Diego!-escuchó una voz conocida con su marcado acento extranjero.

Abrió los ojos, encontrándose con la mirada de Libardo y traes el Jean mirando su celular.

-¿Que hacen aquí? -preguntó con una sonrisa adormilada-, no me avisaron que vendrían.

Isaza lo miró-. Tu me dijiste que querías que te acompañáramos a comprarle algo a Joaquín para cuando regresara y...hoy regresa.

Valdez alzó las cejas-. ¿Qué? ¿Hoy? ¿Qué día es?

-Son las doce del mediodía de este bello domingo-contestó Liba-, y Joaquín vuelve hoy.

-¿A que hora exactamente?

-Me dijo que en la tarde-informó el poseedor de ojos miel-. Así que tienes tiempo, Romeo.

-Joder-maldijo y se levantó bruscamente, ocasionando que Isaza se cayera.

Se adentro en el baño, tratando de ducharse lo más rápido posible. El shampoo le cayó en los ojos varias veces, pero lo ignoro (o trato dé)

Una vez listo, salió solo para encontrar a Liba acostado en su cama con Jean a un lado, leyendo los mensajes de su celular. Riendo.

-Dejen eso-regañó, mientras les arrebataba el aparato-. Tiene contraseña, ¿cómo lo desbloquearon?

-Es muy predecible-respondió Jean-. Tanto como para poner una contraseña de solo tres números.

-Los cuáles eran 568-concordó el castaño.

-¿Y ustedes cómo supieron que eran esos, intentos de Sherlock Holmes?

-Porque con esos número forman Bonito, creo que es algo obvio-volvió a contestar Libardo-, aunque, casi lo bloqueamos-rió-, perdón.

-Da igual-el pelinegro negó-, vámonos antes de que se haga más tarde.

Los otros chicos asintieron y lo siguieron, dándose golpes entre ellos. Diego suspiro. Algunas veces dudaba qué el fuera el único infantil.

——— ♡ ———

Joaquín.

Estaba feliz.

O algo muy parecido.

Era su último día de sus estados con sus abuelos y eso lo alegraba de cierta forma.

No era que los odiara, lo quería, peor nunca le agradó demasiado Los Ángeles. Además que quería ver a Diego, pero eso ya era algo aparte.

-Tonto, mamá pregunta si ya estás listo-comentó Renata, estaba parada en la puerta de la habitación.

-Dile que ya casi-contestó, aún recogiendo parte de su ropa-, ¿Sabes cuándo nos vamos?

-Dentro de media hora, después de comer-Joaquín asunto y la chica se fue.

Terminó de guardas sus cosas y se tiró en la cama, a pesar de ya haberla tenido. Miro sus celular. Diego no le había enviado ningún mensaje en el día y se le hacía raro, pero lo dejo pasar.

——— ♡ ———

Diego.

Se había demorado más de lo debido y todo por qué los tres optaban por diferentes opciones para el regalo de Joaquín.

BitterSwett 𔔀 ִֶָ  VALDONIWhere stories live. Discover now