•Capitulo 9•

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Joaquín

Como dijo su madre, había tratado de llegar temprano (y lo había logrado), llegando una hora antes de la cena, seguida por Renata y las gemelas. Las pequeñas rápidamente fueron al cuarto de su hermana pies querían ver cómo seguía, sin embargo, al abrir la puerta se encontraron con una escena poco esperada.

Estaba su hermana mayor, sentada en medio de aquel chico raro que Joaquín invitaba de vez en cuando y del mismo Joaquín. Se encontraba viendo Toy Story 3. Azul abrazaba a el tipo extraño
mientras que Joaquín abrazaba sus rodillas

—¡No quiero que Andy se vaya ala universidad!—Chillo la niña.

— ¡Yo tampoco!—respondió Diego.

Diego y azul tenían los ojos llorosos.

Joaquín tenía hambre.

Las gemelas rieron.

— ¡Joaquín, cariño, ya llegué! — anuncio su madre, se le oía por el corredor.

— ¡En el cuarto de Azul, mamá!—contestó

La menos de los tres salió de los brazos del más alto y se dirigió con sus hermanitas , la madre de joaquín entro enseguida.

— ¡Oh, joaquín! No me avisaste a que tendríamos visitas-comentó en cuanto vio a Diego sentado en el suelo. Éste se levantó rápidamente.

—Creo que no nos conocemos, señora Grees. ¡Yo soy Diego Valdés, un gusto!—se precentó, dándole la mano a la mujer

Joaquín pensó que parecía un niño de preescolar.

—Que dulce eres, cariño-contestó con una sonrisa, estrechando la mano del joven-,y por favor, llámame Eli solamente.

—Está bien, Eli. Y perdone el que haya venido son avisar, pero me tomé la libertad de traerle algunos apuntes a Joaquín.

—Oh, no te preocupes, ¿Te quedarás a cenar, Diego?

—Me temo que no, hoy irá mi hermano a cenar con mi madre y conmigo, ser la próxima vez, gracias.

Joaquín estaba seguro que Diego era un maldito niño de prescolar atrapado ene l cuerpo de un adolescente con estatura de gigante.

Una vez que Eli salió de la habitación, Diego volvió a hablar.

—Bien, joaquín, ya me tengo que ir— anuncio, viendo su teléfono.

— ¡Oh, permítame acompañarlo hasta la puerta, señor Valdés! — contesto, imitando cómo había hablado el de negro mirar con su madre.

Diego sonrío—. Estés un tonto

—Ya hablo el que llora por Toy Story 3.

—Llorar con esa película es válido.

—Ajá.

Ya estando en el lumbral, Diego cargaba sus cosas.

—Supongo que nos vemos mañana— hablo joaquín.

— ¿Irás?

—Sí, dudo que quieras volver a venir y terminado viendo todas las películas de Barbie.

—No me molestaría.

Joaquín sonrió—. Adiós, Diego.

—Adiós joaquín.

Y la puerta se cerró.

— ¿Cuándo volverá a venir Diego, Joaco? —pregunto Azul tan pronto como llegó al comedor.

BitterSwett 𔔀 ִֶָ  VALDONIWhere stories live. Discover now