• Epigolo •

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—Diego, recuerdas cuando en la universidad-...—Joaquín no pudo continuar, por qué el susodicho había soltado la caja que sostenía entre sus brazos solo para ir a taparle la boca al castaño.

—No—contestó—, no recuerdo nada de la universidad y nunca lo haré.

Joaquín río—. Te iba a decir que si recuerdas cuando en el último año de la universidad me propusiste matrimonio y te dije que no y casi lloras.

El más alto se sonrojo, estaba avergonzado—. Bueno, no es mi culpa que pensaras que era una broma...

—Es que, por dios, Diego—dijo, entre risas—, ¿a quién se le ocurre proponer matrimonio así?

—A mi...

Cuando Diego le dió la carta, la pregunta era "¿Puede todo ser como antes?" Y Joaquín, había contestado que sí. Más no paso hasta que regresaron y regañó Eli a Diego Karla regañó a Diego. Renata regañó a Diego, Nikolas regañó a Diego, en total muchas personas regañaron a Diego antes de que todo volviera a ser como antes. Y en esas vacaciones más los años restantes de universidad, el mismo Diego se dio cuenta de que no podía sin Joaquín.

Y Joaquín se dio cuenta que nadie podría aguantarlo, más que Diego.

El rubio-castaño pensó que sería una idea linda porponerle matrimonio.

Así que lo hizo.

Un día antes de la graduación (porque sí, Diego tenía que hacer todo a última hora), fue con Joaquín, se posicionó detrás de él y susurró con voz grave: "—Espero que hayas disfrutado tus últimos días de soledad..." Y allí, lo volteó sonriendo justamente como un niño pequeño y finalizó entre risas: "—¡Porque quiero pasar el resto de mi vida contigo!" había sacado un pequeño anillo, y el castaño no hizo más que reírse y cuestionar si se encontraba bien.

Eso casi hace a Diego llorar, hasta que Joaquín analizó bien las palabras antes dichas por Valdés y se dio cuenta.

Oh.

Y sus así, como terminaron en un pequeño departamento en la cuidad de México, en el cual Joaquín no sé había percatado que había dos habitaciones extras sino hasta el día en el que oficialmente se mudaron.

—Diego, esas dos habitaciones sobran, ¿Por qué?

—Oh—exclamó—es para los niños que adoptemos.

Qué.

—¿Tú...quieres tener niños?

—¡Claro que sí!

—...

Oh, Dios.

BitterSwett 𔔀 ִֶָ  VALDONIWhere stories live. Discover now