•Capitulo 13•

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Joaquín.

El día de San Valentín corría. Era una de las épocas favoritas de Joaquín porque, en las tiendas, los dulces (en especial los chocolates) los peluches (los más lindos) estaban a mitad de precio y podía comprase todo lo que quisiese. Para el mismo, claro. Además de que en ese día podía usar un suéter rojo que le encanta.

Sin embargo, no le gustaba salir y ver a las parejas besándose y mimandose, pues para dos estaban las películas de adolescentes que tenía Renata. Aunque tampoco le gustaba encontrarse con las personas solteras quejándose de estar solas ese día, si quería oír quejas de sobre soledad, solo llamaba a Jean.

Se vistió con un suéter rojizo antes mencionado y tomo su cartera. Quisiese o no, tenía que ir a la tienda (y a la papelería).

Diego.

San Valentín no le gustaba. Para nada. Contrario a muchas cosas que el disfrutaba, el catorce de febrero no estaba en ellas. Su madre y hermano salían con sus parejas y el se quedaba solo en casa viendo Titanic. Ni siquiera Disney Channel ponía películas buenas ese día.

Pensó en llamar a Joaquín e invitarlo a ver Titanic con el, pero talvez estaba ocupado y no quería molestarlo. En parte, sabía que Joaquín no disfrutaba ver como un barco se hunde y Leonardo DiCaprio se congela. O tal vez se reiría. Era más probable la segunda.

Diego se encontró a sí mismo pensando en lo que Joaquín diría cuando Rose citará. "¡Estoy volando, Jack! ¡Volando!".

Diego se encontró a sí mismo pensando en Joaquín.

La viva imagen de los ojos color miel de Bondoni invadió su mente. Volteó a ver las flores falsas que su madre mantenía en la mesa de la cocina y pensó:

« ¿Porqué no? »

Salió.

Joaquín.

Estaba arreglando unos últimos detalles cuando escucho el timbre.

El siguió en lo suyo.

- ¡Joaquín, tienes visitas! -escuchó la voz de su madre.

«¿Visitas?» pensó.

El no esperaba visitas.

Por eso mismo, cuando vio a su madre con un ramo de claveles, a sus hermanas con una margarita cada una y a Diego con un gran ramo de rosas se sorprendió.

-Diego- saludo.

Valdés sonrió. -Hola.

-¿Porqué traes rosas..?

- ¡Oh! -exclamo-, son para ti. Me preguntaba si querías salir hoy, conmigo... un café aquí cerca acaba de abrir, está muy lindo. ¿Que dices?

Joaquín tomó las flores, miró a su madre, está le sonrió, después miró a sus hermanas, están hicieron lo mismo.

-...C-Claro-contestó-. Espérame un minuto- y volvió a su habitación.

Renata comenzó a reír. Conocía perfectamente a su hermano.

Puede que Joaquín siempre tenga algo que decir, para todo, sin embargo, en cuestiones románticas, Joaquín Bondoni era un asco, y Renata lo sabía perfectamente.

Lo siguió.

- ¡Renata! -grito Joaquín, al ver como su hermana entraba-. ¡No se que pantalón usar!

-Usa el negro, supongo que a Diego le gusta ese color.

-El negro hace que mi trasero se vea muy grande, ew.

BitterSwett 𔔀 ִֶָ  VALDONIWhere stories live. Discover now