•Capitulo 23•

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Les recomiendo tener a la mano:
♡|♡— un pañuelo
♡|♡— un bote de helado
♡|♡— esconder el papel higiénico para que no hagan la auto-suicidacion

Disfruten jsjsjs

Pd: —no me maten— susurra y se va lentamente.

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Joaquín.

La escuela era lo ultimo en lo que pensaba, sinceramente. después de haber salido de la preparatoria, el hecho de que iba a ir a la universidad no se me paso por la cabeza hasta que mi madre comenzó a hablar con la madre de Jean.

Cuando eramos pequeños, Jean y yo les dijimos a nuestras madres que queríamos asistir a un internado cuando fueramos mayores.

—¡Mira, Joaquín! ¡Ya casi llegamos! —gritoneó a un lado mio, Jean me sacudió y apunto por la ventana hacia un campus no tan lejano.

Y bueno, tal parece que se cumplió.

Pero se había agregado alguien más.

—Bonito, ¿vez ese edificio? Creo que será ahí donde estaremos— observó a Diego, al otro lado mío.

Si, Valdés se sumó.

También creo que Orson asistiría allí mismo. En concreto, todos íbamos.

Bueno, menos Libardo. Él les había prometido a sus padres estudiar su universidad en Colombia, así que tuvo que regresarse.

Cuando se fue, estuvimos los tres en el aeropuerto, despidiendolo. Creo que es más que obvio que estábamos tristes (yo también lo estaba, aunque en ese momento nadie me creyó).

Sí, Jean estaba más triste que Diego y yo juntos.

Sí, Jean lloró.

Sí, Jean moqueó mi suéter y la chaqueta de Diego.

Sin embargo, la carta de aprobación de la universidad lo logro alegrar (más el hecho de que hablaba por Skype con Libardo, literalmente, a diario)

La universidad...

Decir que los primeros meses no fueron los mejores sería mentir. Es decir, fue lo único que logré disfrutar, porque después todo fue yéndose a la deriva

Diego y yo no compartíamos clases, ni una sola. Pero sí habitación. Al principio, nos ofrecieron un cuarto triple para Jean, Diego y yo, pero ¡Oh, sorpresa! Jean se negó y termino yéndose con los de su fraternidad.

Lo cual, si me preguntan, fue una pésima idea. En lo personal, prefiero mil veces los gérmenes de una sola persona que los de varias más, pero fue su elección (¡Mal Jean! ¡Muy mal!).

Así que solo éramos Diego y yo en la habitación. Eso sí era algo bueno, puesto que, como ya mencioné, no compartimos clases y el vernos al final del día era algo reconfortante.

O al menos lo era para mí.

Al principio, todo fue bien, como siempre. Diego dormía conmigo, hablábamos de nuestro día y los viernes nos quedábamos juntos a ver alguna película envés de salir a alguna fiesta (las cuales abundaban)

Bromeábamos, salíamos con Jean, hacíamos cosas Juntos.

Pero eso poco a poco fue cambiado.

Estaba acostumbrado a que Diego llegará tarde a dormir, pues se quedaba estudiando en la biblioteca (lo cual nunca entendí, siendo sincero). Siempre amanecía a un lado mío, abrazándome (esto suena más cursi de lo que pensé, dios mío), murmuraba un: "buenos días, bonito" y se preparaba para sus clases. Yo perdía la mayor parte de la mañana escogiendo el suéter que usaría ese día, y el siempre se reía de eso.

BitterSwett 𔔀 ִֶָ  VALDONIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora