El beso comenzaba a salirse de control, tú llevaste tus manos a su cabello mientras él te acercaba más a su pecho recorriendo todo tu cuerpo. John mordió tu labio inferior y te acostó en el sofá sin dejar de besarte, lentamente bajaste tus manos hacia los botones de su camisa, él dejaba besos en tu cuello, haciendo que suspires mientras con sus manos sujetaba tu pantalón intentando bajarlo con lentitud, pero de momento reaccionaste separandote.
- esto... no es correcto, tu eres viudo y yo... estoy por casarme -susurraste.
- yo amé mucho a Mary, fue una gran mujer, pero quiero intentarlo de nuevo, yo... yo te amo -habla despacio para no despertar a Rosie.
- John, no digas eso que... -no sabías que hacer, estabas confundida, contra la espada y la pared- no hagas las cosas difíciles... -sonó la bocina del auto de Noah- tengo que irme...
- no te vayas, por favor. No quiero estar solo -ya no pudo más y rompió a llorar en silencio cubriéndose con la mano.
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- John... -lo abrazaste con fuerza- no lo estás, nos tienes a tu lado, a Rosie que será igual de linda e inteligente que su madre, a Sherlock, el cual debes perdonar, a papá, la Sra Hudson...
- yo te quiero a ti -confesó calmandose- ¿tú puedes estar a mi lado?...
Jamás lo habías visto así, eso te lastimaba, te dolía verlo de esa forma, era muy triste.
- ¿___? -dijo Noah entrando a la casa- oh, aquí estás -lentamente te separaste de Watson y él secó sus lágrimas- John ¿necesitas ayuda con algo?
- no... gracias, Noah. Lo que quiero no lo puedo tener, le pertenecerá a alguien más -tras decir aquello te miró de reojo y se levantó del sofá.
- ¿qué es? ¿Algo para Rosie? -preguntó ingenuamente Collins.
- suspiraste pesadamente- ¿estás cansado, Noah? ¿Por qué no nos vamos? Debes descansar -dijiste levantándote y acercándote al lado de tu novio.
- de acuerdo. John, si necesitas cualquier cosa nos llamas -a pesar de no agradarle por pensar que quería algo contigo imaginó lo duro que debía ser perder a la persona que amaba y quedarse a cargo de su hija él solo- no importa la hora...
Watson asintió y los acompañó hacia la puerta, tú no dijiste nada, ni siquiera una sílaba cuando llegaste a casa, simplemente te acostaste y después Noah también.
No podías parar de pensar en John, cuando te besó, sus labios al bajar y hacer contacto con tu cuello, tu cuerpo pedía más, querías estar con él, dormir abrazados, sentirlo dentro de ti, pero sabías perfectamente que eso no era correcto, tú tenías a Noah, precisamente en ese momento estabas durmiendo sobre él con la cabeza en su pecho. Sabías que no era correcto desear tener una noche y muchas más con el médico militar, pero no podías evitarlo, las únicas personas que te impedían tenerlo bajo tu merced eran tu novio y tú. Suspiraste pesadamente y te apartaste de Collins para ver la hora, eran las 5 am y no podías dormir por pensar en lo que pasó en la casa de Watson, te giraste dándole la espalda a Noah y tomaste tu teléfono, en ese preciso momento te llegó un mensaje.
