Equipaje

528 54 28
                                    

Dabas vueltas por toda la casa organizando todas tus cosas para meterlas en maletas, se te complicaba un poco ya que no podrías mover tu brazo izquierdo gracias al balazo que te habían dado.
Necesitabas ayuda y como por arte de magia alguien tocó el timbre, rápidamente bajaste las escaleras y abriste la puerta.

- ¿Sherlock... John? -preguntaste sumamente confundida al ver ambos parados en la entrada.

- sip, naturalmente esos son nuestros nombres -dijo Sherlock entrando sin que le concedas el paso.

- Greg nos contó que irás a Italia -respondió John algo triste- y como te dispararon veníamos a ayudarte. Bueno, en realidad yo

- vaya, gracias -respondiste mirándolo- pasa -te hiciste a un lado para dejarlo entrar.

- no agradezcas, lo que sea por una amiga -comentó Watson molesto.

- John... -ibas a decirle algo, pero rápidamente se dirigió a la sala junto a Sherlock.

- Muy bien... -comentó Holmes mientras estaba sentado en tu sofá mirando su teléfono- arreglen sus diferencias antes que ___ se valla y John esté enojado todo el tiempo

- Sherlock, cállate -comentó Watson con poca paciencia.

- bueno... -llamaste la atención de ambos- tengo que terminar de guardar un par de cosas, así que pueden... -el médico militar te interrumpió.

- vamos, yo te ayudo -con su postura firme y rígida empezó a subir las escaleras.

- tranquila -respondió Sherlock al percibir preocupación en tu cara- John se enoja siempre, pero se le pasa

- eso espero -suspiraste pesadamente- hay té preparado por si quieres -el asintió sin separar la vista del teléfono en todo el tiempo que estuvo sentado.

Subiste las escaleras rápidamente para ir a tu habitación, pero en lugar de eso John te llamó sin saber dónde era que tenías cosas que empacar.

- ahí no es John. Es mi campo de entrenamiento -reíste.

- ¿campo de entrenamiento? -frunció el ceño y encendió la luz.

En la habitación había unos pósters para practicar tiro al blanco, luego unos maniquíes con cortes de cuchillo y en el piso colchonetas azules.
La cara de John fue todo un poema, se sorprendió al ver todo esto en una de las habitaciones, pero también le gustó mucho la idea que dedicaras un espacio para eso.

- ya vámonos, no me enorgullezco de esto -te afirmaste en el marco de la puerta.

- ¿cómo no te enorgullece? Es... increíble -miraba a su alrededor.

- lo uso para practicar un poco, no para enseñarlo a las visitas -respondiste.

- eres una gran oficial, por eso te querían para ir a Italia... -comentó resentido por tu decisión.

- John, lo lamento, es que... yo te quiero, pero es complicado. Quiero demostrar todo mi potencial en la criminología y me parece que esta es una gran oportunidad. No quiero dejarte, pero...

- descuida -te interrumpió mientras movía su mano derecha con nervios- te entiendo, yo si pudiera quisiera volver a la guerra, pero no puedo. No quiero que tu desperdicies esta oportunidad y después te arrepientas de no haber ido -te miro a los ojos tratando de que no se le haga un nudo en la garganta- pero quiero que sepas que yo... yo me enamoré de ti, y que una de las razones por la cual que me emociona ir a resolver casos con Sherlock es verte. Yo te amo ___

- ay, John -ante su confesión corriste hacía él, lo abrazaste afirmando tu cara en su hombro y él en el tuyo.

- te deseo mucha suerte -comentó abrazando tu cintura con fuerza- y quiero que me escribas y llames todos los días ¿si?

- claro -dijiste tratando de no llorar- todos los días te llamaré y John... cuidado con mi brazo

- lo siento -se separó un poco para que no te llegase a doler- también tienes que cuidarte, no pongas tu vida en peligro ¿está claro?

- super claro soldado -reíste y antes de separarte besaste su mejilla.

- ¿A qué hora despega tu vuelo? -preguntó mirando tus labios con deseo de besarlos.

- no se la hora exacta. Eh... en dos o tal vez tres horas ¿por qué? -preguntaste mirando sus ojos, luego sus labios y repitiendo la acción una vez más.

- porque nos estamos tardando mucho en empacar -ríe- ¿qué tal si te secuestro? No tendrías que irte

- podría romper tus huesos -lo miraste desafiante.

- yo soy un médico militar, podría quebrar huesos mientras los menciono. Bueno, al ser tú besarlos

- me tientas, me tientas... pero no puedes hacerlo por computadora

- podría hacerlo ahora... -tomó tu mano y beso tu muñeca- carpo... -fue subiendo los besos por tu brazo- radio y cúbito... -sentías escalofríos cuando sus labios hacían contacto con tu piel- húmero... -te miró con picardía y subió- clavícula... -dejo varios besos haciendo que suspires cerrando tus ojos.

- listo John. Comprendí -abriste tus ojos y lo viste mirándote fijamente con una sonrisa ladina.

 Comprendí -abriste tus ojos y lo viste mirándote fijamente con una sonrisa ladina

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- puedo seguir si quieres... -se acercó a ti peligrosamente- y no sólo eso... podría enseñarte mis técnicas de... combate, aquí, ahora, en las colchonetas

- reíste- creí que sólo somos amigos

- eso es un golpe bajo -te miró atentamente con algo de tristeza por tu partida- te voy a extrañar

- sólo probaré estar allí un año, después voy a volver... sí quiero.

- ¿y quieres? -preguntó John con interés.

- Claro que sí, mi vida está aquí en Londres. Será una linda experiencia ir a otro país... ¿vamos a seguir en contacto?

- sí, obviamente... -iba a seguir hablando, pero fue interrumpido por Sherlock.

- ¿terminaron? Lestrade me esta enviando mensajes porque no contesta ___ -dijo mirando la pantalla de su teléfono- ¿interrumpí algo importante? -preguntó al verlos muy cerca el uno del otro.

- como siempre, Sherlock -respondió John volteando la mirada al detective- nunca interrumpes -comentó con sarcasmo.

- ¿qué quiere mi padre, Sherlock? -preguntaste mirando al detective.

- no lo sé, yo borro todos los mensajes que comienzan con "Hola"

- bueno, voy a seguir empacando y de paso llamo a mi padre -saliste de la habitación después de acariciar la mano de John.

Haría cualquier cosa por ti(John Watson)Where stories live. Discover now