Melodía del Corazón |Larry Stylinson|

Capítulo 7.

Autora: Ojalá Diosito me perdone por usar esta melodía que Yiruma compuso para Él y poner que está dedicada a alguien más. ¡Aquí otro capítulo! Les subiré los detalles acerca de un podcast que estoy haciendo para ustedes muy pronto.

El camino había sido bastante tranquilo y cuando por fin habían llegado a su destino, Zayn casi gritó de la emoción al notar que por dos días se hospedarían en un hotel bastante lujoso. "Esto no tiene comparación con los hoteles en los que nos hemos quedado" recordaba claramente que había dicho mientras sus ojos se paseaban por el lobby.

La emoción de todo aquello que era nuevo se esfumó cuando la noche había caído, dejando en su lugar solo ganas de tener una larga plática con Liam en la barra del bar para después irse a dormir con una sonrisa en el rostro.

Definitivamente la versión del primer día de su amigo era más bonita que la de él, pues Louis por su parte había tenido que pasar el día en el estadio para familiarizarse con las entradas y también Niall quería que le enseñaran cuál sería su sitio y de que manera podía estar en el escenario sin opacar al rizado.

El rubio estaba de especial mal humor y a pesar de que Harry había querido replicar, fue imposible, pues definitivamente no escuchaba a nadie con ese estado de ánimo. "Me he esforzado mucho para traerte hasta aquí, así que sólo haz lo que te pido y no te interpongas" esas palabras habían bastado para hacer al rizado retroceder a pesar de que se notaba que aún tenía muchas cosas sobre las cuales replicar.

Una marca azul era la que habían puesto en el suelo del escenario para que él supiera cuál sería su posición cuando se uniera al rizado y lo único que pudo hacer al respecto fue encogerse de hombros a pesar de que la distancia entre ambos era notable.

No habían podido probar el sonido por una extraña razón, así que ese día, el mismo en el que por fin se presentarían juntos frente a miles de personas en un maldito estadio - la sola idea le enfermaba -, se encontraban ahí, por fin comprobando que todo sería perfecto.

- Faltan sólo un par de horas - dijo, el rizado. Acercándose a él, una vez que dejó de tocar el violín.

Una sonrisa se asomó por sus labios con solo escuchar su voz.

Volteó a mirarlo, dándose cuenta de que Harry estaba realmente feliz. Una sonrisa enorme se encontraba pintada en sus labios y se atrevía a decir que era la primera vez que lo veía en ese estado, con ojos extremadamente brillantes por la emoción.

- Ya hay personas fuera - aseguró - Hace poco escuché como muchas de ellas gritaban tu nombre.
- ¿Seguro que no era el tuyo? - rió.

Louis rió y negó con la cabeza ligeramente, mientras miraba sus pies, de repente sintiéndose avergonzado. No estaba seguro si era por toda esa gente que a pesar de que no las veía, podía sentir su presencia o por tener al de ojos verdes frente a él siendo Harry, ese chico con el que había pasado dos meses ensayando en su enorme casa.

- Es increíble que hayan tantas personas deseando esto - soltó - ¿Quien iba a pensar que una persona iba a lograr que este género de música llegara tan lejos?
- No fui yo - fue turno del rizado de sentirse avergonzado - Creo que fue suerte o simplemente puede ser que más personas de las que creemos escuchan con el corazón.
- Tienes algo especial - se animó a decirle - Todas esas personas se sienten conectadas contigo de una manera demasiado maravillosa.

Harry se encogió de hombros y su sonrisa se ensanchó un poco más.

- Tenemos que encargarnos de nuestros atuendos ahora, si no quieres hacer esperar más a quienes clamaban tu nombre.