Capítulo 1.

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"Las cuerdas del alma"

Era mas temprano que de costumbre esa mañana cuando abandonó el silencio de su apartamento, pero no le extrañaba al saber el lugar al que se dirigía. Aquello le hacía recordar esos tiempos en el conservatorio cuando a veces se encontraba en un aula desde las cinco de la madrugada, luchando con ser uno de los mejores. Los que lo conocían decían que era exagerado, pero si en aquel entonces no se hubiese esforzado tanto, jamás hubiese conseguido llegar a donde se encontraba en ese momento, nunca hubiese podido escapar.

Al parecer el tal Louis Tomlinson era tan dedicado como él, razón por la que le inquietaba un poco el hecho de que siguiese en el conservatorio y que no estuviese ya trabajando para alguien importante o formando parte de una orquesta reconocida.

Niall había a hecho una investigación exhaustiva sobre el chico, la cual le había llegado en la madrugada y todo eso le llevó a la conclusión de que era prácticamente muy difícil de contactar a no ser que llegase muy temprano al conservatorio y se acercase al aula 10B, que era el sitio donde el chico solía practicar, "según fuentes cercanas" había puesto el rubio.

Estaba cansado, pero esa era una sensación ya común para él debido al insomnio. Pero específicamente la noche anterior se había quedado despierto hasta terminar de escribir una melodía que atravesó su mente con la velocidad de un rayo mientras el pensamiento abrumador de que las personas vivían por periodos esporádicos y luego se iban con el aire. Él no sabía cuándo moriría, nadie lo sabía, pero ¿Qué tan pasajero era en la vida de los demás?, ¿Cuánto tiempo más le recordarían después de su partida?

Siempre solía sentarse al piano y anotar lo que sonaba lindo, pero con esa melodía las cosas fueron totalmente distintas. Pudo escucharla en su mente y escribirla antes de interpretarla, incluso pulirla fue sencillo ya que los defectos en ella eran mínimos.

Cuando se encontró fuera del conservatorio, sintió escalofríos recorrer su cuerpo, completamente consiente de que no era por el clima, sino por la sensación de estar fuera de aquel lugar que en el pasado se atrevió a llamar "hogar" en más de una ocasión. Las paredes de ese sitio guardaban sentimientos que él había dejado salir en sesiones solitarias en las que su corazón desbordaba todos los sentimientos de dolor y angustia que lo acorralaban y hacían que le doliera el pecho.

Maldito pasado.

Avanzó al interior con pasos largos y seguros. En ese momento su intención no era llegar y ser reconocido por las personas, por lo que intentó caminar lo más rápido posible sin dar la impresión de estar huyendo de algo porque en definitiva eso llamaría mucho más la atención que cualquier otra cosa.

El lugar era idéntico a como estaba cuando apenas era un simple estudiante. El estar ahí le llevaba a demasiados recuerdos de dedicación y esfuerzo, lagrimas derramadas y esperanza, todo lo que en conjunto le había guiado a convertirse en la persona que era en esos momentos.

Subió las escaleras de madera pulida que lucían majestuosas desde que recordaba haberlas visto por primera vez y se dirigió por el lado izquierdo del pasillo. Las fotografías de estudiantes sobresalientes decoraban las paredes perfectamente tapizadas de rojo oscuro con decorados dorados que resaltaban por los pisos de madera.

Podía sentir el crujir de la madera bajo sus pies cuando llegó a sus oídos una melodía demasiado conocida para él siendo interpretada por los acordes de un violín.

Melodía del Corazón |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora