Melodía del Corazón |Larry Stylinson|

Capitulo 11.

Louis.

- Hermano, París es la capital del amor y la moda - le explicó, Zayn, después de subir a un auto que les esperaba fuera del aeropuerto al aterrizar en ese mismo sitio del que su amigo hablaba - Es por eso que tu presencia es importante aquí. Incluso podrías ser un violinista callejero que se pone a ambientar las salidas románticas de los viajeros - le emoción se hacía notar en su voz - Aquí es el sitio de las oportunidades.

Louis levantó una ceja ante su comentario ya que su amigo como la persona que se encargaba de representarlo en el pasado le había conseguido una pequeña presentación en un lugar pequeño de París y todo había sido un completo desastre.

Recordaba bien que el sitio era algo parecido a un restaurante, un tanto alejado del centro y ahí, en la entrada, habían puesto un enorme cartel en el que anunciaban su presentación, lo sabía ya que había tenido que entrar por la puerta principal ya que la de personal ese día de encontraba repleta de bolsas de basura, pues era día de recolecta.

En aquella ocasión Louis de encontraba nervioso. Sus expectativas eran altas acerca de todo eso, pero al salir de ahí se dio cuenta de la realidad; solo habían ocupado tres mesas por personas que realmente querían verlo y otras dos estaban siendo cubiertas por los mismos empleados del lugar con tal de que no se viese tan vacío.

Quería matar a Zayn, pero no podía hacerlo ya que cuando bajó del escenario sintiéndose la persona más avergonzada del mundo, se dio cuenta de que su amigo había estado fuera invitando a las personas para que entraran a escucharlo tocar, incluso el dueño le había concedido una promoción de dos cervezas al precio de una para que la gente se interesara aún más en entrar al lugar.

- Aquí es donde las personas entraron a escucharme por bebidas en promoción - le recordó.
- Era una gran promoción - se elogio a si mismo - y conseguimos llenar el lugar.

Louis rió ligeramente mientras negaba con la cabeza.

- Serán dos días difíciles - suspiró - Lo supe desde que nuestro vuelo fue distinto al de Harry.
- Robate al novio - le alentó - llévalo a beber y disfrutar la vie - soltó, animado - se ve que el chico tiene una vida aburrida.

A diferencia de Zyan, Louis únicamente podía pensar en que más que aburrida, la vida de Harry parecía demasiado triste. Desde que era pequeño, cuando lo escuchaba tocar detrás de la puerta de la sala que el rizado solía usar, sentía que en sus melodías siempre había algo de melancolía disfrazada de otros sentimientos; era algo que no sabía explicar, simplemente lo sentía al cerrar los ojos y prestar atención mientras escuchaba.

- Podría ser una buena idea - soltó, después de meditarlo un momento - Tal vez sí le haga falta un poco de diversión.

- Llévalo a caminar por la ciudad en la noche - sugirió - Las luces de París te regresan a la vida.

Después de llegar al hotel el tiempo se había ido volando debido a que Zayn no paraba de quejarse del hambre y cosas sin sentido. Louis, por su parte, no paraba de buscar a Harry con la mirada, pues había pensado que aunque fuese en el hotel se toparía con él. Lo único bueno que les había sucedido era que Liam se les había unido de repente.

Disfrutó de cada momento con los chicos hasta que llegó la noche. Ese día no tenían la presentación, sería hasta el día siguiente, así que después de darse una merecida ducha, se puso ropa considerablemente decente y al por fin acercarse al lobby del hotel, se topó con Zayn y Liam, quienes se veían claramente entretenidos en una conversación. 

Liam miraba a Zayn como si sus palabras fuesen las más sabias e interesantes que hubiese escuchado en su vida, mientras su mejor amigo intentaba lucirse un poco más, haciendo movimientos exagerados con sus manos. Las sonrisas en los rostros de ambos eran amplias y sinceras.