Capítulo 12.

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Parece ser un día agradable y prometedor, considerando el sol brillante.

Louis maneja tarareando la canción de fondo que suena en la radio, riéndose de él mismo cuando intenta alcanzar una nota alta y falla. No es como si alguien más lo estuviera escuchando, así que no importa.

Mueve sus dedos en el volante al visualizar el pintoresco lugar, dirigiéndose ahí sin pensarselo dos veces. Es recibido por el dulce olor de los bizcochos recién salidos del horno, al mismo tiempo una campanilla anuncia su entrada.

El periodista sonríe sin poder evitarlo al encontrarse con Fiorella, la adolescente que se a convertido en su nueva amiga en las últimas semanas desde que encontró la pequeña cafetería. Ella era una estudiante de arquitectura que trabajaba medio turno en The Sweet Station y que por alguna razón desconocida para Louis, se había ausentado en el último par de días.

"¡Pero vaya sorpresa, tú desaparecida!", Louis exclama una vez que esta frente al mostrador, dejando caer sus palmas en un ruido sordo sobre la superficie plana.

La adolescente, que se encontraba absorta en acomodar el pan fresco en la vitrina, pega un salto al escucharlo.

"¡Lou!", Fiorella deja extender una sonrisa al reconocerlo, con la bandeja y las pinzas todavía en sus manos. "Hola."

Sin poder mantener su semblante serio, Louis termina por imitar su expresión alegre. "Hola, amor, ¿como has estado?"

Ella deja salir un resoplido de aire antes de dejar los utensilios en el estante de atrás, que caen escandalosamente al ser metal inoxidable contra metal inoxidable. Louis agradece que el lugar este vacío a excepción del hombre mayor que lee el periódico en una de las mesas cerca de la ventana. Él no parece muy afectado por el escándalo mientras da un sorbo a su taza humeante taza de café.

"¿Sinceramente?", Fiorella aprieta sus párpados cerrados. Luego, se sostiene de la barra en el momento que deja caer sus hombros derrotados. "Estoy deshidratada de tanto llorar por las noches y desvelada por preguntarme a mí misma si elegí la carrera correcta. No he comido adecuadamente en los últimos días y la punzada en mi sien no ha dejado de molestarme. En pocas palabras; estoy física y mentalmente devastada. Pero hey, gracias por preguntar."

Louis deja salir una risa, sabiendo que la parlanchina adolescente no se va a ofender por hacerlo. Ella le agradó desde el primer instante, precisamente por el similar sentido del humor que ambos compartían, siendo envueltos en comentarios sarcástico desde su primera compra. Viendo que Fiorella terminan riéndose con él, confirma que no se ha equivocado con esa teoría.

"Lamento escuchar eso", Louis tuerce su sonrisa con algo de pena. "¿Esa es la razón por la que he sido atendido por Jerry en estos últimos días? No es que Jerry no me agrade, solo que él es un poco demasiado serio."

El chico, encargado del medio tiempo por la tarde, de hecho le agradaba a Louis. El problema era que las pocas ocasiones en las que Louis se lo ha encontrado en las mañanas, han bastado para saber que Jerry no está interesado en mantener una amena conversación de cortesía. Despachando a Louis sin una sola sonrisa y sin revelar algo de sí mismo. Él sabía que el chico era un estudiante también, pero no ha podido averiguar a cuál facultad era a la que asistía.

"Sí", las mejillas de Fiorella toman un inesperado tinte rosado, dejando que sus pestañas cubran sus ojos al mirar hacia bajo. Su voz de repente es una octava más suave. "Se ofreció a cubrirme para que yo pudiera ponerme al corriente con mis tareas. Y aunque yo me negué, él insistió", mete un mechón suelto tras su oreja con un suspiro soñador. "Lo que hablamos ese día es lo más que hemos hablado en todos estos seis meses que llevamos trabajando aquí. Es un avance, ¿no?"

El Diablo Viste De GUCCI || Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora