Capítulo 3: Charlestone es mi territorio

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El padre de Ethan en multimedia

Me levanté para ir al instituto, me vestí rápidamente y me puse la mochila.

Como ya se volvió costumbre, me doy un rápido vistazo al espejo, no es necesario ya que sé que estoy perfecto, pero mejor prevenir que lamentar.

Camisa planchada y abotonada hasta el último botón, cabello perfectamente peinado sin un solo cabello fuera de lugar, todo parece ir en orden.

Bajo a la cocina y me encuentro a mis padres desayunando.

-Hola, mamá.-le dio un beso en la mejilla-Hola, papá.-lo abrazo.

-¿No vas a desayunar?-me preguntó mi madre.

-No tengo hambre.

-Aunque no tengas hambre, deberías desayunar algo de todos modos, no sabes cuándo el hambre atacará.

-Pero...

-Ethan...-dijo papá con esa voz de padre estricto que tanto odio porque no me deja negarme a nada-obedece a tu madre.

Al final me rendí-Sí, papá.

Después de comerme rápidamente una tostada y beberme taza de café, salgo rápidamente de mi casa para ir al instituto.

Papá podría llevarme en su auto y llegaría más rápido, pero prefiero ir a pie porque caminar me ayuda a despejar la mente.

Mientras camino, voy pensando en unas cuántas cosas.

Básicamente mis pensamientos se resumen a dos personas: Aiden y el asesino.

Si ambos son la misma persona, eso significaría que al quitarme a uno de encima, estaré deshaciendome de los dos.

El problema es que lo único que tengo contra Aiden son sospechas basadas en evidencia circunstancial. Si intento ir contra él, armado con eso, no sólo no lograré absolutamente nada, sino que además Aiden sabrá que intento deshacerme de él porque su presencia en el pueblo me inquieta.

Y no puedo dejar que Aiden sepa el poder que tiene sobre mí. No le daré esa ventaja.

Pero mientras no consiga alguna evidencia con la cuál atacar a Aiden, todo lo puedo hacer es ver qué hacer con él mientras tanto.

Aiden y el asesino: por el momento dos personas separadas con las que tengo que lidiar, pero en cuanto sepa si son el mismo hombre, podré quitarmelos a los dos de encima.

Por otro lado están los padres de Hugo, no pude hablar con ellos por culpa del muy idiota de Aiden, pero sin él de por medio, finalmente podré hablar con ellos a ver si hubo algún detalle que se les pasara por alto cuándo la policía los entrevistó.

Lo haré después del instituto, obviamente, para no tener que explicarles a mis padres por qué falté.

Tan concentrado estaba en mis pensamientos que no me di cuenta cuando llegué al instituto.

Me meto en el salón y empezamos con la primera clase del día Biología: una clase en la que soy particularmente bueno.

En realidad todas las materias se me dan bien, si debo ser perfecto, eso también también incluye mis calificaciones.

Mientras el profesor explica la clase, siento mi teléfono vibrar en mi pantalón y lo saco del bolsillo para ver de qué se trata.

Gracias al cielo mi asiento está en una esquina, y que gracias los demás chicos no se dieron cuenta.

Isabel: ¿Sabes que habrá una fiesta en el bosque esta noche?

¿Qué? ¿Fiesta?

Yo: ¿Una fiesta en el bosque? ¿Es en serio?

AidenWhere stories live. Discover now