Capítulo 14: Rabia

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Llego a mi casa.

La rabia y la ira corriendo por mis venas.

Después del incidente la policía nos entrevistó, a mí y a la chica.

Les dije lo que yo vi: cuándo llegué a la escena encontré a la chica aterrorizada y al profesor de Economía del instituto con un corte en el cuello.

Me quedé en shock unos momentos, hasta que reaccioné y traté de detener el sangrado, cosa que, obviamente, no logré.

Les conté del encuentro con el asesino, pero me salté la parte en la que su víctima me susurró sobre sus ojos diferentes.

Eso podría darme una pequeñísima ventaja. Aiden no tiene manera de saber que el tipo que mató usó su último aliento para delatar el color de sus ojos, y al no darme la cara, seguramente debe de creer que no sé que fue él.

O al menos eso espero.

¿Qué tengo hasta ahora?

Sé que Hugo se drogaba.

Que Aiden es psicópata.

Que fue él el que mató a mi profesor de Economía.

Tengo muchas pistas, el problema es que no me sirven.

Que Aiden sea psicópata prueba que podría matar a alguien, pero no necesariamente que sí lo hiciera.

Y no creo que a la policía le sirva lo que la última víctima de Aiden me dijo porque es muy circunstancial, las últimas palabras de alguien moribundo no son evidencia sólida.

Todo lo que tengo son pruebas circunstanciales que sirven para armar teorías, pero nada seguro.

Prometí detener a ese monstruo y ya han muerto tres personas, una de ellas en mis narices.

¿Cómo dejé que sucediera?

Estoy en mi habitación en estos momentos, después de lo que sucedió, mis padres me preguntaron veinte veces si estoy bien, y veinte veces les respondí que sí.

¿Por qué insisten tanto con eso? Si te preguntan cómo estás y respondes que estás bien, es porque lo estás, o no lo estás pero tampoco tienes ganas de hablar al respecto.

Suspiro. Trataré de encontrar información de las víctimas.

Obviamente no iré con los padres de Tamora por dos razones:

La más obvia, no quiero que el resultado sea lo mismo que en la casa de Hugo, que los padres de Tamora se enojen y me corran.

La segunda es que no quiero que empiecen a pensar cosas erradas de mí. Entrevistar a los familiares de las víctimas podría hacerme ver sospechoso de alguna manera.

Descubrí que Hugo se drogaba por una indiscreción de la policía, ¿entonces esa será mi estrategia? ¿esconderme tras los arbustos a esperar que la policía pase caminando y suelte algo útil?

Sí, claro, seguro que haré eso (nótese el sarcasmo).

La policía debe saber algo, pero sería estúpido ir a preguntarles. Ya que con la señora Gutiérrez me mostré demasiado interesado en el tema.

Aunque ir a preguntar no es la única manera de sacar información por parte de ellos.

...

Voy a mi habitación y reviso mi agenda, para darme cuenta de que hoy es un día especial.

El homenaje a los muertos.

Debido a la ola de terror provocada por Aiden, la comunidad decidió organizar un pequeño homenaje en la iglesia en honor a las víctimas.

AidenWhere stories live. Discover now