Capítulo 11: Psicópata

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Por un momento siento que el mundo a mi alrededor se detiene.

No me veo a mí mismo, pero estoy seguro de que mis labios deben estar blancos.

Esto no puede ser verdad.

Levanto la mirada y veo a Aiden con su característica sonrisa arrogante.

Y luego de guiñarme un ojo, se va.

Creo que voy a vomitar.

Isabel se acerca a mí, la preocupación clara en su rostro.

-¿Estás bien, Ethan?

Sacudo mi cabeza.

-Ah, sí, es sólo que...-veo el libro que Aiden me regaló-no esperaba que Aiden me regalara esto.

-¿No te gustó?

Me encojo de hombros-Ni siquiera lo he leído, es muy pronto para saber si me gustará o no.

Ella mira el papel en mi mano.

-¿Qué dice ese papel? Te inquietó bastante.

Veo un momento el papel que venía con el libro, y me lo guardo en el bolsillo del pantalón.

-No es importante.

Estoy seguro de que eso no la convenció, pero al menos no continuó insistiendo.

...

Llego a mi casa a eso de las 10:30, mis padres seguramente están dormidos.

Entro en mi habitación y me siento en el borde de la cama, me froto las sienes con frustración y suelto un suspiro.

Debiste cerrar la ventana.

Mierda.

Lo sabe, Aiden sabe que me metí en su casa.

Según el papel, Aiden se enteró porque fui tan descuidado de escapar por la ventana y no cerrar.

Y pensar que lo tenía todo planeado.

Llevaba ya tiempo vigilando a Aiden para saber a qué hora de la madrugada sale de su casa, y hasta dónde esconde la llave.

Lleve mi teléfono para tomar fotos a lo que encontrara, y así no dejar indicios de que hubo alguien ahí.

Y llevé guantes para evitar dejar mis huellas marcadas por todos lados.

Pero no contaba con que Aiden volvería tan temprano, de haberlo sabido, hubiese sido más cuidadoso y hubiese cerrado la ventana.

Maldición.

Okay, no hay que perder la calma.

Aiden sabe que estuve en su casa, pero eso no necesariamente significa que sabe lo que encontré. Me aseguré de dejar la carpeta dónde y cómo la conseguí.

Entonces sigo teniendo una ventaja, pequeña, pero la tengo.

La cuestión es que aún no sé cómo proceder con la información que tengo.

...

-¿Estás bien?-me pregunta mi madre.

-¿Ah?

-Te quedaste en blanco por un momento, ¿te pasa algo?

-Eh, sí, es sólo que...-Debiste cerrar la ventana-tú me conoces, y sabes cómo me obsesiono.

-¿En qué pensabas?

-No es importante.

De reojo veo a mi padre leyendo un periódico.

AidenWhere stories live. Discover now