Capítulo 21: Fue mi culpa

25 4 5
                                    

Ya perdí la cuenta de cuánto tiempo llevamos encerrados en este lugar.

Tal vez fueron semanas, meses, incluso pudieron ser un par de horas. La verdad, mi sentido del tiempo está fatal en estos momentos.

Los golpes han disminuído, soy bocón, pero estoy consciente de que no me conviene hacerme el listo en la situación en la que nos encontramos.

La comida que nos dan es muy escasa, apenas lo suficiente para permanecer vivos.

Tanto mi hermano como yo estamos prácticamente en los huesos. Ya de por sí siempre fui un chico delgado, y eso comiendo bien, no quiero ni pensar en cómo debo estar ahora.

Steve y yo permanecemos encerrados en celdas separadas la mayor parte del tiempo, aunque hay ocasiones en las que nos dejan estar juntos en la misma celda. Cuando lo hacen, tengo que fingir gratitud, obviamente no tengo nada que agradecerles a estos malditos.

Hoy es una de esas ocasiones.

-¿Ethan?-la voz de Steve me devuelve a la realidad.

-¿Qué pasa?

-Te quedaste en blanco por un momento, ¿estás bien?

-¿Qué te sorprende? No es la primera vez que me pasa.

Él sonríe mientras niega con la cabeza-Nunca aprenderás, ¿cuándo vas a entender que sobre analizar las cosas no es bueno para ti? Un día de estos acabarás loco.

Río levemente mientras ruedo los ojos. Steve y yo siempre nos hemos llevado bien.

Cuando estoy con él me siento protegido, lógicamente por ser mi hermano mayor, a veces me da consejos. Aunque no siempre los tomo en cuenta, nótese su consejo de no pensar demasiado las cosas.

-¿Crees que falte demasiado para que vengan por nosotros?-él se limita a mirar en otra dirección, no se atreve a decirme la cruda verdad: no van a venir por nosotros, al menos no pronto.

-Relájate, Steve, ya tengo un plan.

-Ethan, ya sabes lo que pienso de este plan, es demasiado arriesgado.

-¿Y qué otra opción tenemos? ¿Esperar un rescate que probablemente no ocurrirá?

-Ethan...

-Hablo en serio, Steve, no quiero seguir atrapado aquí ni un segundo más, y si tengo la oportunidad de salir, por más que sea arriesgada, la aprovecharé.

Mi hermano niega con una sonrisa-Siempre fuiste terco.

Sonrío sin mucha gracia, eso es verdad. Nunca he sido de las personas que ceden fácilmente en nada.

Es bueno tener a mi hermano como compañero de secuestro, sin duda hace que este infierno en el que estoy sea un poco más llevadero.

Aunque no planeo quedarme aquí mucho más.

...

Algunas minutos u horas han pasado desde que tuve esa conversación con Steve. En serio necesito salir de aquí.

Ni siquiera sé cuánto tiempo me han tenido atrapado, ni me importa. El hambre, los golpes, el miedo, y creo que incluso comencé a desarrollar claustrofobia.

Por suerte ya puse en marcha mi plan, uno que llevo desarrollando desde que nos secuestraron, y ojalá dé resultado.

Una de los tipos que nos raptaron. El sujeto rubio y delgado que al parecer el más calmado de los dos.

Él tranquilamente podría ser el punto débil del dúo, y por ende, mi blanco. El plan básicamente consistía en convencerlo de que nos ayudara a escapar, con el argumento de que tarde o temprano la policía los alcanzaría, y lo mejor era entregarse, tal vez así serían amables con él.

AidenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora