Falling in love with Tendou Satori [Tendou Satori x Lectora]

Agradecimiento

Revolvió su bolso repetidas veces, incluso dejando el contenido del mismo encima de su cama, asegurándose de revisar minuciosamente. El llavero lo había conseguido tras comprar una versión especial del manga de Jujutsu Kaisen la semana pasada, era de uno de sus personajes favoritos, y no podía creer que ya lo había perdido. Había jurado que lo engancho perfectamente al cierre de su bolso, llegando a jalonear en reiterados momentos para comprobar que no se saliera. Dejo caer los hombros con una expresión completamente rendida y caída, un puchero comenzando a formarse en sus labios.

Su compañera de cuarto, que se encontraba en el escritorio terminando una tarea, alzo la ceja, girándose para verla.

—¿Qué sucede, (T/n)-san?

La mencionada se dejó caer de espaldas, casi golpeándose la cabeza contra la pared de la cama.

—¡Aaah! ¡No puede ser! —pataleo el aire, quejándose por lo bajo—. Perdí mi llavero de Jujutsu Kaisen...

—¿Eh? ¿El de edición limitada? ¡¿Ese?!

(T/n) lanzo un sonido deplorable, y Sayuri casi suelta una risa. Ver a su tan tranquila e introvertida compañera de cuarto, literalmente romperse en un ataque de histeria por perder un llavero era algo que no veía siempre.

—Puede ser... que lo haya perdido en la biblioteca —murmuro, tratando de recolectar los recuerdos del día anterior—. ¿Crees que pueda estar en la caja de objetos perdidos?

—Hmm, podría ser, si alguien lo encontró y lo dejo allí, ¿quieres que te ayude?

La vio negar con la cabeza, calmándose luego de unos minutos. —Tienes actividad en tu club, no te preocupes. De todas formas, eso me pasa por descuidada.

(T/n) volvió a guardar sus pertenencias en el bolso, todavía pensativa de donde había terminado su preciado llavero, sin imaginarse que estaría entre las manos del bloqueador central de Shiratorizawa.

Apenas sonó la campana, se dispuso a acomodar un poco su banco antes de levantarse para ir al comedor. Todavía tenía un humor agrio y un aura desafortunada a su alrededor; después de todo, estuvo un par de horas haciendo fila para poder comprar esa edición especial. Incluso se despertó temprano y pidió permiso con anticipación para poder salir del campus sin tener problema alguno (con la excusa de que era para visitar a un familiar).

Estaba por bajar las escaleras, cuando una voz para nada familiar la llamo desde lejos. Tuvo que parpadear ante la sorpresa, viendo como Tendou agitaba el brazo en el fondo del pasillo, acompañado también por Ushijima. Nuevamente, se quedó congelada en su lugar como la vez anterior, porque en principio, ¿Qué querría con ella? En estos años estaba segura que nunca había dirigido su mirada a hacia su persona.

—¿Tendou-san? —lo llamo con inseguridad, más que nada porque además la situación misma llamaba demasiado la atención. Una de sus manos se mantuvo apoyada en el barandal de la escalera, como soporte.

—Mhm~ ¿Estas bien? Parecías algo decaída —tenía una sonrisa para nada inocente, y (T/n) sintió que le clavaban un puñal al recordarle lo de su llavero.

—Ah...S-Si, estoy bien, solo que ayer perdí algo preciado —vio a Ushijima pasar a su lado, bajando las escaleras con lentitud, mientras que el pelirrojo se mantuvo conversando con ella—. ¿Necesitas algo, Tendou-san?

En algún momento, hicieron el recorrido juntos hasta el comedor, Tendou no dejo de hablar en ningún instante, pasando de tema en tema, pero nunca tocando la pregunta que ella hizo segundos atrás.

—(T/n)-chan, ¿sabías que en algún momento quise ser mago? —dijo, abriendo sus manos en un gesto de asombro, haciéndola reír por lo bajo—. ¡Lo digo de verdad! Tengo manos talentosas, te enseñare.

Sostuvo sus manos, los largos dedos posicionando los suyos en una forma de cuenco, como si estuviera sosteniendo un ave invisible entre sus manos. El roce, que no duro demasiado, le dejo una sensación electrizante en la piel; no se consideraba alguien con muchos fetiches, pero las manos de Tendou podían entrar a la lista tranquilamente.

—¿Y ahora qué? —replico, viendo que ni ella ni el habían movido un pelo, sus manos todavía unidas. Pareció sacarlo de su ensoñación, y tras hacer unos gestos erráticos con sus manos, como si de un show se tratase, el llavero colgó de su dedo índice, balanceándose en medio de sus palmas como un péndulo—. ¡Mi llavero!

—¡Ta-da! ¡Te lo dije! —dijo, riéndose en voz alta.

Por un momento, la voz que se encuentra en lo profundo de su cabeza le dijo que estaba haciendo el idiota frente a todo el mundo, y la inseguridad casi se apodera de él en ese instante, de no ser porque la sonrisa de (T/n) le dio el coraje suficiente como para continuar con su "acto".

—Muchas gracias, Tendou-san —el agradecimiento fue claro en su expresión, abrazando el objeto sobre su pecho—. Ya lo daba por perdido, estuve bastante tiempo esperando esta edición. ¿Cómo—?

—¡Ah, ah! Un mago nunca revela sus secretos —se adelantó, viendo a lo lejos el equipo de vóley que se juntaba en la mesa de siempre—. Tengo una idea, ven a comer con nosotros.

(T/n) alzo la cabeza, y ladeo el rostro.

—¿Eh?

Cuando se dio cuenta, Tendou la estaba arrastrando por la cafetería, riéndose como un maniaco.