Empatía

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Comenzó a notarlo meses después de unirse al equipo de vóley, era apenas perceptible si uno no prestaba atención, sobre todo porque pasaba la mayor parte del tiempo rodeada por ellos. Satori dentro del gimnasio (y en general rodeado de sus compañeros) era una persona ruidosa y completamente activa, nunca se quedaba quieto, nunca dejaba de hablar...pero apenas se encontraba dentro de un circulo que no fuera el suyo, se cerraba. Trataba de actuar como de costumbre, pero cuanto más lo intentaba, más incómodo parecía sentirse.

Se dio cuenta de esto cuando Semi invito a un compañero de su clase que iba al club de música para charlar un rato durante el almuerzo, mientras los demás parecían de alguna forma unirse a la conversación, Tendou se mantuvo callado, tomando el papel de oyente.

Al principio le pareció algo normal, cualquiera actuaría de la misma forma si conocía a alguien nuevo de repente, con quien tal vez no tenga los mismos intereses. No dejaba de hacérsele extraño porque Satori se veía como alguien súper sociable (con las personas correctas, ahora que lo pensaba mejor).

—No te gusta lidiar con personas nuevas, ¿no? —le pregunto en un susurro, codeándolo con discreción.

Lo escucho reír, casi con nerviosismo, mientras se inclinaba hacia su lado, la respiración del cabellos carmesí golpeando sobre su frente.

—Digamos que no soy muy bueno con las primeras impresiones —dijo, entrecerrando sus ojos. Había un tono amargo en sus palabras—. La apariencia no ayuda mucho.

(T/n) abrió su boca para responder; ¿Apariencia? ¿Qué tenía de malo? Satori podía parecer intimidante, pero era todo lo contrario: lo sabía por la forma en la que cuidaba a sus compañeros, y como se preocupa por su bienestar. Siempre manteniendo un aire divertido, haciendo reír a los demás.

Le entristecía verlo de esa manera, así que lo tomo repentinamente de la muñeca, obligándolo a que se levantara del asiento con ella.

—Ven conmigo, Tendou-san —esbozo una sonrisa a los demás, y sin darle tiempo, jalo de su brazo con cuidado.

Lo escucho reír detrás de ella.

—¿Estamos huyendo? —su voz cantarina regreso, haciendo que su corazón diera un salto—. ¡Porque conozco el lugar perfecto!

Y en un movimiento, ahora era ella, siendo arrastrada por animado pelirrojo.



Se "escondieron" en un lugar bastante común en realidad; el gimnasio. Estaba vacío hasta la siguiente hora, y si aparecía algún profesor inventarían cualquier excusa necesaria (como que debían limpiar o algo por el estilo). (T/n) se dejó caer en una de las bancas, tratando de recuperar la respiración que perdió durante el recorrido, viendo a Tendou moverse de un lado a otro, entre risas.

—No puedo creer que quisieras marcharte así de una conversación —dijo, sus ojos expresando diversión—. ¿Por qué tan de repente?

Una vez pudo calmarse y respirar con normalidad, ella se encogió de hombros.

—Te veías un poco incómodo, y no me gusta que te sientas así...por eso, bueno, decidí eso.

Se produjo un breve silencio, en donde (T/n) bajo la mirada hasta sus zapatos. Sentía que Tendou estaba ocultando algo, algo que le pesaba muchísimo, pero no se atrevía a indagar sobre ello todavía. Lo último que deseaba era entrometerse en su vida privada y alejarlo por completo.

Sintió como se sentaba a su lado, casi con pesadez.

—¿Sabes? Hay algunas personas que no son buenas recibiendo con brazos abierto a aquellos que son diferentes —murmuro de manera calma, recorriendo el gimnasio con sus ojos, siempre atentos—. Ya sea por la apariencia, por la personalidad...

A medida que continuaba hablando, cada vez sincerándose más en medio del silencio, (T/n) pudo comprender porque reaccionaba de esa manera, porque actuaba como un villano en la cancha, llegando a ser hostil incluso. Solo trataba de protegerse a sí mismo, y evitar que pudieran lastimarlo.

¿A quién no le afectaría los susurros constantes sobre su aspecto y los comentarios hirientes?

(T/n) apoyo una mano en el antebrazo del joven, cerrando los dedos en un agarre suave pero firme.

—Los únicos monstruos son ellos, Tendou-san —por la mueca que estaba formando en sus labios, pudo suponer que estaba enojada—. Si dicen algo sobre ti, los golpeare a todos.

Aquello lo hizo reír, porque por más que la amenaza sonara autentica, en el fondo sabía que era alguien incapaz de generar conflictos. Es la tranquila y agradable manager de Shiratorizawa, y no lo prefería de ninguna otra manera.

Se apoyó sobre ella, casi cubriéndola con gran parte de su cuerpo debido a la diferencia de tamaños. Y fue como si todo encajase en su sitio, y el peso que lo atormentaba aligero un poco. Sus inseguridades y temores no desaparecerían de un día al otro, era imposible, pero confiaba que mientras mantuviera a (T/n) a su lado, juntos podrían superar muchas cosas.

—Hey, ¿quieres practicar conmigo? —con sus manos, hizo el gesto típico de cuando alguien recibe la pelota de vóley.

—¿Eh? Soy bastante mala...

—¡Vamos, vamos! Te enseñare, manager-chan.

Cabe aclarar que cuando apareció el entrenador, ambos fueron regañados.

Pero hey, por lo menos ahora sabía más cosas sobre vóley (y sobre Satori también).

Falling in love with Tendou Satori [Tendou Satori x Lectora]Where stories live. Discover now