Falling in love with Tendou Satori [Tendou Satori x Lectora]

Libro

Termino de escribir unas notas en clase, procesando toda la información que recibió durante la misma, hasta que el sonido de la campana indicando el receso la hizo alzar la cabeza. Entrego su tarea finalizada a la persona encargada de llevárselo al profesor, y tras asesorarse que tenía todo lo necesario (teléfono, carnet de la biblioteca, billetera) empezó su caminata por los pasillos. Su rutina seguía siendo la misma, no hubo ningún cambio significante, exceptuando un detalle.

Se detuvo a unos pasos de bajar las escaleras, y una sonrisa apareció en sus labios al reconocer la voz de Tendou detrás suyo.

—Buenos días, Ushijima-san, Tendou-san.

Era raro como en dos semanas pasaron de ser completos extraños (y senpai) a unos buenos amigos. A pesar de que no entablaba mucha conversación con el capitán del equipo, de una forma u otra eran capaces de entenderse mediante gestos. Descubrió que un tema de conversación que le interesaba mucho (además del vóley) era todo lo relacionado a plantas y a sus cuidados. Ushijima no dudo en darle consejos sobre cómo cuidar al pobre cactus que tiene acurrucado en la ventana de su habitación compartida, el cual parecía a punto de pasar a mejor vida. (T/n) juraba cuidarlo con amor, pero no entendía porque se veía tan apagado de repente.

—Intenta cambiar la tierra, hay una mezcla específica para cactus y plantas similares. Te traeré de la mía la próxima.

Cuando esto sucedía, el pelirrojo solía guardar silencio y escuchar, con una sonrisa traviesa. De vez en cuando decía algún comentario al respecto, aclarando la cantidad de plantas que tenía el castaño oscuro en la habitación que ellos compartían.

—¡Parece un invernadero! —dijo, recordando la cantidad de suculentas y cactus amontonados en el borde de la ventana, Tendou debía tener sumo cuidado de no tirar alguna sin querer.

Llegaron a la mesa de siempre, Shirabu parecía teletransportarse porque solía ser el primero en llegar, con su bandeja lista. Goshiki llegaba segundos después, y así de a poco se iban reuniendo todos. (T/n) los escuchaba conversar sobre los próximos partidos, serían días en los que estarían muy ocupados, y tal vez no los vería tan seguido (incluyendo los almuerzos).

—(T/n)-chan, préstame tu teléfono —la mano del pelirrojo estaba extendida en su dirección, y a pesar de que dudo unos segundos, finalmente deposito el aparato sobre su palma—. Agendare mi número, ¿de acuerdo? De esa forma podremos comunicarnos.

—Me parece una buena idea —murmuro, los ojos brillando—. Puedo agregar a los demás, si quieren —dijo con algo de timidez. No acostumbraba a intercambiar números de teléfono, dado su reducido círculo de amistades. Solo mantenía el número de Sayuri por si sucedía algo, y el de otros compañeros de clase.

—¿Por qué no la agregamos al grupo del equipo? —sugirió Shirabu, a lo que recibió varias respuestas positivas.

La joven ladeo la cabeza, dudando.

—¿De verdad es buena idea? —tenía miedo de incomodar a los profesores y al entrenador, si es que ellos también estaban en el grupo.

Tendou palmeo su hombro, su cuerpo inclinándose ligeramente sobre el de ella.

—¡No te preocupes! Tenemos dos grupos a parte; el de vóley y el nuestro —soltó una risa—. De lo contrario no podríamos quejarnos de algunas cosas con el profesor y entrenador presente.

«Tiene sentido» pensó, guardando el teléfono en el bolsillo de su falda. Sus dedos rozaron el carnet de la biblioteca, y su rostro palideció al recordar algo.

—¡Ah! ¡El libro! —dijo, levantándose de golpe, asustando en el proceso al pelirrojo—. Lo siento, debo retirarme, luego les hablo en el grupo —se despidió velozmente, caminando a paso apurado entre las mesas llenas.

Satori la siguió con la mirada hasta que se perdió en el largo pasillo; algo parecido a una mueca infantil apareciendo en sus labios.

—Pasa mucho tiempo en la biblioteca —recordó Ushijima.

—Mhm, podría ser una buena manager —lo dijo en broma, porque (T/n) probablemente no quisiera relacionarse con una posición tan cargada de responsabilidades. Mas no se esperó los murmullos positivos de los demás—. ¿Eh?

—Hablaré con ella al respecto, ya que compartimos clases —Shirabu lo menciono sin intención alguna, pero Tendou no pudo evitar tensarse como una cuerda.

Sin dar explicación alguna, el cabellos carmesí se alzó de su asiento con un salto, dejando que sus largas piernas lo guiaran en dirección a la biblioteca.

Semi hundió sus palillos en el plato de arroz, suspirando. —Ya nada me sorprende de Tendou.

Necesitaba un libro especifico de una materia para estudiar el fin de semana, y estaba segura que, si no lo pedía con anticipación, luego iba a arrepentirse. Se metió entre los largos libreros, revisando los estantes conocidos con suma concentración, hasta llegar a la sección indicada. Apenas había gente en la biblioteca, la mayoría aprovechando para almorzar, así que esta era su oportunidad para tomar lo que necesitara.

Paseo su dedo índice entre los lomos de los libros, leyendo en voz baja los títulos, pronto encontrando el que buscaba. Quedaba unos estantes arriba, y con alzarse en la punta de sus pies debería ser suficiente para llegar, pero antes de poder estirar el brazo, una mano familiar lo tomo en su lugar.

—¡Oh! ¡Lo siento! —tenía un tono juguetón, tratando de moderar el volumen de su voz—. Parece que yo también necesito de este libro~

(T/n) se cruzó de brazos, con una sonrisa a punto de escaparse.

Tendou se apoyó en el librero, alcanzándole el libro con un aire despreocupado, cuando en el fondo en realidad, estaba súper nervioso. Tenía miedo de que pensara que era un stalker.

Aclaro sus ideas, sabiendo que ella esperaba algún comentario de su parte (más que nada, el saber porque la siguió hasta la biblioteca). No acostumbraba a ser el primero en nada, salvo en su posición como bloqueador central, pero ahora mismo, fue el primero en presentarle el grupo a (T/n), y también quería ser el primero en proponerle la idea de que sea su manager.

Y, sobre todo, quería ser su primer amigo, ¡su mejor amigo! 

Todo introvertido necesita a un extrovertido, ¿no?

¡Miracle boy, Satori Tendou sería el suyo!

—¿Sabías que encajas perfectamente en el papel de manager?