Arcoíris

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La tormenta había iniciado temprano, y hasta por un momento pensó que era de noche debido al cielo tan oscurecido. (T/n) tenía sus ojos pegados a la ventana, viendo las gruesas gotas de lluvia golpear sobre el cristal, sin parar. La clase se volvió aburrida con el paso de los minutos, y se dio el permiso de divagar por sus pensamientos.

Estaba deseando que las vacaciones de verano llegasen, lo más seguro es que volviera a su hogar durante esas semanas, pasaría las tardes comiendo mandarinas y abanicándose bajo la sombra de un árbol con un manga en sus manos...podía imaginarlo y todo. En su imaginación, también pudo ver un reflejo rojizo, una risa familiar.

El rayo intenso que cayó del cielo la hizo dar un brinco desde su asiento, el salón quedándose momentáneamente a oscuras. Los apagones de luz con el clima así no eran raros, pero la preparatoria Shiratorizawa está bien preparada para estas situaciones, las luces de emergencia servirían, pero las clases de todas formas iban a ser canceladas.

Pero un simple apagón de luz no detendría al equipo de vóley.



El sonido de las pelotas al picar y el de los zapatos se volvió algo familiar y casi reconfortante. No se imaginó que estar en un club de este tipo le traería tantos sentimientos; miedo, inseguridad, valentía, tantos, que no podría contarlos con los dedos de la mano. Ni tampoco pensó que estaría tan dedicada a ello, ahora cargaba consigo un pequeño manual con las reglas de vóley y diferentes estrategias que empleaba el equipo de Shiratorizawa. Lo estudio rigurosamente, aprendió cada movimiento, rotación, todo lo que podía para poder ayudar y ser útil.

Su compañera de cuarto dijo que había cambiado (para bien). (T/n) también lograba notar algunos cambios, lo veía en la forma que se relacionaba con los demás. El viento que ingresaba de la puerta abierta del gimnasio le dio de lleno en el rostro, pensativa. El aroma a tierra mojada le hizo suspirar por lo bajo, sus ojos concentrados en la lluvia.

El llavero de Jujutsu Kaisen que tanto cuidaba fue el causante de todo esto, y Tendou sobre todo. No supo en que momento de su vida escolar, el cabellos carmesí termino entrando bajo su piel, instalándose en cada rincón de su vida diaria. Tendou era las llamadas telefónicas a la noche, cuando veían anime juntos por la misma plataforma, era los almuerzos cargados de risas y las caminatas por los pasillos del instituto cuando la acompañaba al salón de los profesores cuando debía llevar las tareas del aula. Era su figura alta y voz risueña en los juegos de vóley, haciendo lo posible para cumplir su papel en el equipo.

Satori fue quien la cambio.

Si bien (T/n) siempre estuvo pendiente de su presencia (porque solía verlo jugar, y porque lo veía atractivo) nunca imagino que las cosas terminarían de esta manera.

Es su mejor amigo, pero en algún punto, la línea comenzó desdibujarse.

La lluvia comenzó a aligerar, el cielo negruzco dejando paso a unos ligeros rayos de sol. Una mano se apoyó en su hombro, casi haciéndola brincar, pero los dedos cubiertos de vendaje la hicieron relajarse. Al girarse y alzar un poco la cabeza, dio de lleno con los ojos de la persona que se había instalado en su corazón como si fuera su hogar.

—Alguien está muy pensativa hoy, huh —dijo, y su boca hizo esa sonrisita tan habitual y familiar.

(T/n) le devolvió el gesto con calidez, temiendo que, si decía algo, lo único que saldría de su boca serian mariposas.

Tendou hizo una seña con el mentón en dirección al cielo, y cuando siguió con su mirada el punto al que se dirigía, pudo ver el precioso arcoíris que aparecía entre las nubes, tan brillante y colorido como lo recordaba de su niñez.

—Creo que eso es un buen augurio —dijo para sí, pero sabía que Tendou siempre la escucharía sin importar la circunstancia.

No supo exactamente a que hacía referencia, pero esperaba que así fuera. Los dos se quedaron unos segundos más, apreciando el arcoíris, hasta que el entrenador los llamo. 

Falling in love with Tendou Satori [Tendou Satori x Lectora]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon