Complicidad

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Ajusto su agarre en la pila de hojas sueltas y cuadernos, hoy le tocaba a ella llevar la tarea de la clase a la sala de profesores. Los pasillos se encontraban extrañamente vacíos, cada tanto se cruzaba con otro compañero que, así como aparecía, pronto se perdía dentro de un aula. (T/n) culpo al clima húmedo y el aire pesado; lo más seguro es que lloviera en unas horas.

Se detuvo delante de la puerta, dándose cuenta que tendría problemas para deslizar la puerta sin la ayuda de sus manos.

—...maldición —murmuro, tratando de enganchar la punta de su zapato en el marco, sin suerte alguna.

Estuvo cerca de un minuto lidiando con eso, su estrés aumentando en consideración. ¿Cómo es posible que ningún profesor pudiera oírla?

—Déjame a mí —la voz la hizo saltar, mientras veía a Shirabu abrir la puerta para ella. La cercanía le permitió escrutar su rostro serio con cuidado; pestañas ligeramente largas y un color cálido de ojos—. ¿Te quedaras ahí parada?

No supo en que momento la presencia de Shirabu se hizo tan presente en su vida diaria. Más allá de los encuentros típicos en el almuerzo y los trabajos grupales, (T/n) juraba que antes de todo eso solo se hablaban en caso de ser necesario, pero ahora, con su reciente amistad con Tendou y el grupo de Vóley, cada vez lo veía más y más seguido.

Hablaban seguido en clases, compartían apuntes y a veces hacían las actividades de clase juntos (como limpiar la pizarra, sacar la basura, etc.), y en cierto punto, se volvió una especie de amistad confortable. Shirabu tenía un aire a hermano mayor, lo cual de cierta forma le daba algo de seguridad.

—Gracias, Shirabu-kun —dijo, mostrando una pequeña sonrisa.

Deposito la larga pila de documentos en el escritorio, notando que la sala estaba vacía. Era probable que los profesores tuvieran alguna reunión repentina, o eso es lo que se imaginaba.

—Por cierto, ¿es verdad que serás nuestra Manager? —pregunto, ladeando un poco la cabeza. La acción le pareció adorable casi, pero se vio tentada a entrecerrar los ojos, sospechando.

—No sería una buena manager para ustedes —expreso, alzando una mano para rascarse la nuca en un gesto nervioso—. Tendou-san también ha tratado de convencerme, pero siento que es mucha responsabilidad y...

—¿No crees saber lidiar con ello? —salieron de la sala de profesores, cerrando la puerta tras de sí. (T/n) asintió, mientras caminaban lado a lado—. No te obligare a aceptar algo que no quieres, pero lo que diré ahora es con sinceridad; pienso que estas completamente capacitada para ser una buena manager. Y, de todas formas, también tendrás nuestro apoyo.

Recibió una palmada en el hombro, y se quedó allí, parada en medio del pasillo, pensativa.



Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer en su camino al gimnasio, desde la distancia podía oír las pelotas al caer, los pasos apurados y las instrucciones del entrenador. Se acercó casi con timidez a la puerta, apoyándose en la misma para verlos jugar. Si era sincera se sentía como una stalker, pero las palabras de Shirabu resonaban en su cabeza. Quería confiar en sí misma, porque en el fondo sabe que es capaz de muchas cosas, solo que a veces necesitaba un ligero empujón.

Sus ojos recorrieron el lugar, buscando el pelo rojizo de Satori.

Como si lo hubiera llamado telepáticamente, su figura alta apareció al costado de su campo de visión, dándole un sobresalto.

—¡(T/n)-chan! —su voz alegre resonó en todas las paredes del gimnasio, los brazos abiertos de par en par—. ¿Qué haces aquí? ¿Me extrañabas? ¿Hm?

Podía sentir las miradas sobre ella, y por instinto, tomo un puñado de la camiseta de Tendou, acercándose un poco a su cuerpo.

El adolescente espero paciente a que ella hablase, con suma calma, apoyando una mano en su cabeza para desordenarle el cabello.

—En realidad, vine a traer esto —revolvió por un momento dentro de su bolso, que colgaba del hombro. Observo el papel para inscribirse en el puesto de manager, apretando el formulario entre sus dedos con nervios—. Tarde bastante en decidirme...

Creyó ver los ojos del pelirrojo brillar con emoción, le recordó a la alegría de un cachorro. No obstante, antes de poder avanzar hacia el entrenador para entregar el formulario, Satori la sujeto con suavidad de la muñeca, haciendo que lo observe a los ojos por unos breves segundos.

Su mano temblorosa dejo de sacudirse como una hoja, y una sonrisa apareció en sus labios.

Hubo una complicidad silenciosa entre ambos, si alguien le preguntaba al respecto, estaba segura que no sabría cómo explicarlo. Era algo que solo ellos entenderían.

(T/n) entrego el formulario, alzando el mentón.

Sabiendo que esto sería el inicio de algo bueno.



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Mil perdones, se que por ahora los capítulos van algo lentos respecto a romance, pero prometo que va a ir incrementando de a poco (? Pasa que como ya saben, me gusta darme mi tiempo para manejar las relaciones entre los personajes <3 

¡Perdón por la tardanza! Ya estaré volviendo a actualizar en estos días. 

¡Nos vemos la próxima!


Falling in love with Tendou Satori [Tendou Satori x Lectora]Where stories live. Discover now