Falling in love with Tendou Satori [Tendou Satori x Lectora]

Nota

Se revolvió en su cama, las sabanas pegadas a su cuerpo le incomodaban muchísimo, y la nariz tapada no ayudaba mucho que digamos. Parpadeo con lentitud, viendo la ligera luz que ingresaba por la ventana de la habitación. Su compañera de cuarto no estaba en ningún lugar, y se imaginó que debía estar en clases dado que ya era el horario. No era de resfriarse seguido, pero cuando sucedía, tenía que permanecer en cama unos días por lo menos.

Desplazo su mano por toda la cama, hasta dar con su celular escondido bajo la almohada.

Tuvo que bajarle el brillo al momento de encenderlo, viendo los mensajes que llegaban al chat grupal. En general eran memes, o conversaciones sin sentido entre los miembros del equipo de vóley, una que otra risa escapándosele. Llego a los últimos mensajes, que fueron enviados en la hora del recreo, en su mayoría, de Tendou.

—¡(T/n)-chan se ha enfermado!

—No te preocupes, tu mejor amigo Tendou Satori irá a tu rescate ᕙ('▿')ᕗ

Sorbió su nariz con un pedazo de papel higiénico, tosiendo por lo bajo. En el grupo de chat había una imagen; podía divisar la mano de Tendou, sosteniendo una bolsa de mercado, la cual parecía contener varias cosas por el bulto que se formaba en el fondo de la misma. De fondo veía el rostro confundido de Ushijima y los demás del equipo.

Apreciaba el gesto, obviamente, pero no sabía de qué manera haría para poder ingresar al sector femenino, a menos que le pidiera a alguien más si podía alcanzarle la bolsa. Decidió apurarse a responder, porque sabe que Tendou no tiene miedo de meterse en problemas o de hacer cosas arriesgadas, pero apenas lo hizo, el pelirrojo comenzó a llamarla.

Casi lanza el teléfono al aire por el susto del sonido y la vibración repentina, y atendió de manera rápida.

—¿T-Tendou-san? —pregunto, carraspeando un poco. Debería buscar algo para beber y, sobre todo, medicamento para la fiebre.

—¡Yo, (T/n)-chan! ¿Puedes abrir la puerta de tu habitación? —dijo, y de fondo creyó escuchar sus pasos retumbando por los pasillos vacíos—. Traje algo para ti.

—No tenías porque —murmuro, avergonzada de que la vería en su estado deplorable y en pijamas—. S-Si quieres puedes dejarlo en la puerta, no quisiera que por mi culpa te resfriases.

No era del todo una mentira, Satori es alguien importante para el equipo, y además corría el riesgo de también contagiar a los demás. Por el otro lado, le generaba cierta ansiedad que la vea de esa manera, aunque se sentía agradecida, una voz en lo profundo de su cabeza no dejaba de decirle que, si la veía así, dejaría de agradarle.

Hubo un silencio calmo del otro lado de la línea, como si estuviera analizando sus palabras con cuidado.

—¡Mhm! De acuerdo —respondió en un tono amable, canturreando una canción por lo bajo—. Asegúrate de beber la medicina, (T/n)-chan.

Quería explicarle que todo era culpa de su inseguridad y ansiedad, pero el golpeteo en su puerta la hizo saltar de la cama, tambaleándose para abrirla.

—Dejaré la bolsa en el picaporte, ¿bien? —volvió a su volumen de voz de siempre, pudiendo oírlo del otro lado de la puerta—. ¡Dejo mi Jump en tus manos, no tardes en leerlo! Nos veremos mañana, manager-chan.

Finalizo la llamada sin darle tiempo a responder, y tras esperar un minuto, abrió la puerta. Al agarrar la bolsa, reviso su interior; Jump, dulces, unas bebidas energéticas, medicina y... ¿una naranja? Tenía una nota pegada.

«Wakatoshi-kun dice que te hará bien algo de vitamina»

(T/n) sonrió agradecida, prometiéndose que apenas termine de comer algo, llamaría a Tendou para darle las gracias.

Todo tenía un post it pegado, desde la medicina hasta la Jump (varios de los capítulos de la semana tenían una que otra nota pegada, diciendo que le había gustado de tal escena o si se sentía enojado por la decisión de algún personaje). Aquello la hizo sentir acompañada, y durante el día, se dedicó a descansar, con la Jump en su regazo y unos trozos de naranja cortados en un plato.

Recordó algo.

—Espera un segundo... —aparto el libro, entrecerrando los ojos—. ¡Yo no accedí a ser la manager aun!

En su habitación, Tendou dio un estornudo, llamando la atención del castaño.

—¿Te has resfriado? Traeré mas naranjas.

—No creo que sea eso, Wakatoshi-kun...