7- The Sorting Hat

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                           The Sorting Hat

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    𝑆𝐼𝐸𝑀𝑃𝑅𝐸 𝐻𝐴 𝑆𝐼𝐷𝑂 𝑀𝐼 𝐸𝐿𝐸𝐶𝐶𝐼𝑂𝑁,
            𝑁𝑂 𝐷𝐸 𝑁𝐴𝐷𝐼𝐸 𝑀𝐴𝑆.
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— ¿Donde te pondré querida? —Beth escuchaba una voz dentro de su cabeza, confundida de donde venía—, ¿quien es?

— Pues soy yo, claro esta niña,

— ¿Cómo el sombrero?, un «Shh» me hizo callar, escuchando lo que decía. 

— Veo que eres difícil, muy difícil. . . veo en ti valentía, ganas de probar que eres diferente, coraje, astucia, pasión, también tienes sed de triunfo, en Slytherin lograrías grande cosas pero. . . al parecer se vuelve a romper la tradición, vemos claro esta.

Antes de que Beth pudiera decir algo más, el sombrero grito.

— ¡GRYFFINDOR! —Cuando la Profesora McGonagall quito el sombrero de sus ojos, observó con alegria como la mesa de los leones festejaba, levantándose camino hasta tomar asiento a un costado de George.

Miro a hacia la mesa de los profesores, encogiéndose de hombros hacia su Padrino que solo levantó un poco un lado de su boca, bien para ella, eso era una sonrisa.

Los chicos siguieron pasando, a Ron igual lo seleccionaron en Gryffindor terminando sentando a un costado de Hermione frente a Harry.

Cuando la ceremonia concluyó, el director de la escuela Albus Dumbledore se puso de pie.

— ¡Bienvenidos! Bienvenidos a un año más, antes de comenzar el banquete hay unos anuncios que debo dar —Mientras el director hablaba escuchó como Harry le preguntaba a Percy quien era el profesor junto al profesor Quirrell, Beth igual dirigió su mirada encontrando a su Padrino.

A la lejanía escuchaba al Director decír que el bosque prohibido estaba fuera de los límites si no querían una muerte dolorosa «Esa información la guarda para mi», que alguien llamado Filch quería que les recordara que esta prohibida la magia en los pasillos, las pruebas de Quidditch estaban a la vuelta la segunda semana de clases y que teníamos que hablar con la Señora Hooch. «Una lastima y una tristeza que no podía aplicar hasta años después.»
Y por último que el pasillo del tercer piso estaba prohibido, si de nuevo no queríamos morir. «Nota mental: en cualquier momento seguro me muero en esta escuela.» volvió a poner atención a la conversación del azabache y el pelirrojo.

— Es el profesor Snape, enseña pociones —Ese era su Padrino, un as con las pociones. 

— Aunque todos saben que va tras el puesto de Quirrell desde hace tiempo —Continuó el pelirrojo ignorando que Beth miraba ahora hacia Sev con algo de nostalgia en su rostro.

— Ahora esos fueron los anuncios, antes de comenzar el banquete quiero decir unas palabras: "Papanatas, Pellizco, Baratijas, Llorones, Muchas gracias." — Beth miró divertida como la Profesora McGonagall solo negaba hacia el Director.

Una gran banquete apareció frente a ellos, Beth estiró la mano solo sirviéndose un poco de pollo y puré de papas, amaba el puré de papas.

Comiendo tranquila escuchando las conversaciones a su alrededor, Seamus Finnigan le comentaba a Neville y a Dean que era mestizo, por otro lado Hermione hablaba con Ron entre susurros y gritos bajos de algo que involucraba «Comer» y «Más despacio.» su mirada se topó con Harry antes de inclinarse un poco para hablar.

— Así que Potter, ¿es todo lo que esperabas? — Harry río, asintiendo mientras la comida desaparecía remplazada por postres.

— Es eso y más, nunca pensé que todo esto fuera posible —Dijo, Beth sabía a lo que se refería.

— Veras que con el tiempo te acostumbras Harry, además créeme que cuando lleguen los deberes ya no te será tan genial —Beth contestó en broma, aunque con solo acordarse de los deberes que dejaba su padrino temió que fuera cierto.

Dejó la cuchara después de comer algo de pastel de calabaza cuando la comida frente a ella desapareció de nuevo, el director los mandó a dormir.

Mientras Beth caminaba a un costado de Hermione escuchando a Percy a la lejanía aue los conducía a su sala común.

— ¡Beth! Te estoy hablando, ¿Crees que puedas ayudarme? —Beth parpadeo dejando de ver el cuadro de un hombre pasando a su perro, girando la vista hacia la castaña.

— Eh, ¿si? Espera, ¿que me pediste? —Hermione rodo los ojos, tomando el brazo de Beth mientras le volvía a explicar.

Se detuvieron frente al retrato de una mujer muy gorda con un vestido de seda rosa, se amontonaron todos mientras el cuadro se dirigía a Percy.

— ¿Santo y seña? —dijo mirando a todos los niños nuevos

— Caput Draconis —Pronunció con voz clara Percy, mientras el retrato se abría hacia un agujero en la pared, todos avanzaron empujándose para poder pasar.

Beth se quedó en la entrada admirando todo, se preguntaba cuántas aventuras vivieron sus padres aquí mismo, con un empujoncito de Hermione se adentraron más en la sala mientras Percy decía las habitaciones y donde se encontraban.

Diciendo adiós a Ron y a Harry, Beth subió junto a Hermione a la habitación que compartirían ambas y otras dos chicas, Lavender Brown y Parvati Patil.

Al entrar todas observaron varias camas con dosel, Beth se dirigió a donde estaba Loki dándole una caricia a su lechuza antes de tomar todo lo que ocupaba para dormir e ir al baño a cambiarse, al salir observó a Hermione a un costado de su cama con un libro «Historia de Hogwarts» tomando lugar junto a ella, se pusieron a leer del mismo libro hasta que el sueño le estaba entrando despidiéndose de Hermione volvió a su cama tomando su diario.

𝐷𝑒𝑎𝑟 𝑀𝑜𝑚:

¡Mama! ¿A que no adivinas en qué casa quede? ¡GRYFFINDOR! Así como tú y Papá, me pregunto si tú igual dormiste en esta cama o en esta habitación contando y riendo con Lily, mañana empiezan las clases y aunque estoy nerviosa estoy muy emocionada, en fin mañana será un nuevo día.

Metiéndose bajo las cobijas, dejó que el sueño la arrastrara, soñando de como serían sus clases.

Beth y la Piedra Filosofal Where stories live. Discover now