Elizabeth (Beth) Black-Williams hija de Sirius Black y Aurora Williams ha vivido toda su vida con su Padrino Severus Snape que la ha cuidado bajo petición de su madre al morir.
Beth vivió sus once años en paz y tranquilidad rodeada tanto de magia...
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Desde que Beth tenía memoria amaba la nieve, ese día comenzó a nevar en Hogwarts cuando se levantó por la mañana mirando hacia la ventana de su dormitorio y vio los copos caer se levantó emocionada.
Muy pronto los estudiantes se marcharían para vacaciones de Navidad, Beth obviamente se iba a quedar, a parte de que su Padrino estaba en Hogwarts, tenía varios días sin hablar con él y preguntarle si podía ir con su tía Dromeda estaba fuera de sus planes.
Estaban en pociones con el tremendo frío que hacía en las mazmorras terminando una clase, la mitad se la paso mirando a su padrino tratando de hacer contacto visual que no funcionó, así que volvió a su caldero.
Al salir de las mazmorras, encontraron un enorme árbol ocupando todo un extremo del pasillo, Hagrid no muy detrás lo llevaba.
— Hola, Hagrid. —Beth se adelantó caminado hacia el.
— ¿Necesitas ayuda? —Ron se ofreció mirando el gran árbol.
— No, va todo bien, no te preocupes Ron.
— ¿Tratando de ganar dinero extra, Weasley? —La molesta voz de Malfoy se coló detrás de ellos—. Supongo que quieres ser guardabosques cuando salgas de Hogwarts, esa choza de Hagrid debe parecerte un palacio comparado a la casa de tu familia.
Beth que estaba más cerca se acercó dispuesta a golpearlo, pero Harry la tomó de la túnica no dejándola avanzar mas. Ron la adelantó sólo un paso tomando a Draco por el cuello de la túnica.
— ¡WEASLEY! —Su padrino había salido de su aula, mientras Ron soltaba a Malfoy.
— Lo han provocado, Se. . . Profesor Snape. —Beth se adelantó.
— Malfoy se estaba burlando de su familia. —Hagrid aportó sacando su cabeza de detrás del árbol.
Severus los miró a ambos antes de dirigirse a Hagrid.
— Lo que sea, pero pelear está prohibido de acuerdo a las normas Hagrid. —Habló Sev con voz amable, vaya no sabía que podía dirigirse a alguien que no fuera ella así—. Cinco puntos menos para Gryffindor; Weasley y agradece que no sean más; Ahora márchense todos.
Draco pasó por el costado de Beth empujándola un poco, seguido de Crabbe y Goyle.
— Debiste dejarme golpearlo Harry. —Beth se giró hacia su amigo.
— Un día de estos voy a atraparlo. —Ron dijo apretando sus puños —. Un día de estos. . .
— Los detesto a ambos, a Snape y a Malfoy.
Beth hizo una mueca, pero entendía sus razones.
— No pongan esas cara vamos, les dire que vamos al gran comedor. —Hagrid trató de animarlos—. Los profesores han estado decorándolo para Navidad.
