Elizabeth (Beth) Black-Williams hija de Sirius Black y Aurora Williams ha vivido toda su vida con su Padrino Severus Snape que la ha cuidado bajo petición de su madre al morir.
Beth vivió sus once años en paz y tranquilidad rodeada tanto de magia...
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Por fin se enfrentaría a lo más terrible que había echo desde que estaba en el colegio: «Los exámenes» y es que ningún dragón, o profesores malos, alumnos molestosos le preocupaba cómo está semana.
Estaba nerviosa, no importaba cuanto había estudiado junto con Hermione cuando los exámenes estuvieron a la vuelta de la esquina, estaba nerviosa.
De su cabeza solo escapaban hechizos y datos históricos, movimientos de varitas y que mago inventó qué cosa.
Les había dado plumas anti trampas, sus exámenes se dividían en dos partes: Teóricos y Prácticos.
Cuando bajo su pluma en su último examen soltó un suspiro, le hubiera gustado tener más tiempo para estudiar.
Cuando terminaron el último examen salieron a los jardines dejándose caer cerca de un árbol disfrutando de la sombra.
— Creo que mi cerebro va a explotar, digo sabia la pregunta del levantamiento Elfrico, pero me costó la poción y estoy segura que se le olvidó poner un ingrediente —Beth se lamentó dejando caer su cabeza en el hombro de Harry que le dio una palmadas.
— Bueno al menos ya no tenemos que preocuparnos, se terminaron los repasos y las horas extras de estudios —Dijo Ron.
— ¿Te sigue doliendo la cicatriz ? —Hermione veía como Harry se masajeaba la frente, Beth levantó la cabeza mirándolo.
— ¡Estoy seguro que significa algo! —Estaba estresado se notaba—. Nunca me había dolido tanto tiempo seguido como ahora.
Beth lo miro preocupada, tomando su mano dándole caricias con su pulgar.
— Creo que es un aviso . . . —Murmuró de repente—. Significa que se acerca el peligro.
— Harry relájate. La Piedra está segura mientras Dumbledore está aquí. De todos modos, nunca hemos tenido pruebas que Snape encontrara la forma de burlar a Fluffly. Casi le arranco la pierna una vez, no lo hará de nuevo. Y Ron dejará de comer como lo hace antes de que Hagrid traicione a Dumbledore. —Ron le frunció el ceño a Hermione ante las risas de Harry y Beth.
Se quedaron en silencio de repente, como estaba cerca del lago negro Beth podía ver como el calamar gigante sacaba un tentáculo o dos antes de volver a esconderse.
— ¿A donde vas? —Ron la hizo volver observando como Harry se levantada de su costado.
— Acabó de pensar en algo —Se le veía pálido y agitado—. Tenemos que ver a Hagrid ahora.
— ¿Por que? —Beth preguntó, pero ya estaba tomando su mochila levantándose.
— ¿No les parece raro. . . —Pronto todos lo imitaron comenzando a subir por la colina—, que lo que más desea Hagrid en el mundo fuera un dragón, y casualmente aparezca un desconocido que tiene un huevo en el bolsillo? ¿Cuanta gente anda por ahí con huevos de dragón en el bolsillo, cuando se suponen que están prohibidos por las leyes de los magos? Que suerte tuvo al encontrar a Hagrid, ¿no? ¿Por que no lo vimos antes?
