❝ un día wonwoo empieza a notar unos extraños números en la piel de jun, que casualmente sólo él puede observar.
pero, ¿qué significado tendrán? ¿por qué ese extraño fenómeno? ¿por qué en la piel de jun? y más importante, ¿por qué sólo él puede verl...
Wonwoo lo vio, de un color dorado brillante, como marcado a fuego, ardiendo en la piel de Jun.
Un número dos en la parte interna de su muñeca. Lo notó cuando la mano de Jun se estiró sobre su cabeza para alcanzar las tijeras que estaban en la paleta del banco, puesto que ellos estaban sentados en el suelo.
Todo el salón estaba trabajando en las decoraciones para la casa del terror que habían decidido hacer como grupo para el Festival de Primavera de la preparatoria.
Fue momentánea la visión de ese número, hasta que siguió la dirección del brazo de Jun y definitivamente, ahí estaba, rutilante.
No se veía como un dibujo hecho a tinta de bolígrafo (Junhui tenía el hábito de escribir notas y recados en su piel con pluma). Eso era distinto.
Irreal.
—¿Qué tienes en la muñeca? —preguntó. Wonwoo estaba de rodillas sobre una cartulina, haciendo su mejor esfuerzo en rellenar el texto con plumón rojo. Su caligrafía era pésima, pero Junhui tenía letra bonita y el azabache sólo tenía que pintar los espacios.
—¿Eh?
Junhui enseguida revisó sus muñecas, moviéndolas y examinándolas, sin encontrar nada.
—¿Qué tengo de qué? No veo nada. ¿Me habré manchado?
Wonwoo parpadeó confundido. ¿Qué no veía nada? Él podía notar claramente el número 2 marcado en su muñeca izquierda, en su piel como si estuviera ardiendo.
—¿No ves nada de verdad?
Jun revisó de nuevo ambas muñecas y luego vio a Wonwoo con gesto confundido.
—No, ¿tú ves algo?
Ah. Se estaba volviendo loco. Alucinando. Wonwoo se asustó ante la idea y luego frunció el ceño. ¿Sus ojos le estaban jugando trucos? También tenía muy mala vista, podría ser eso.
—Eh, olvídalo, creo que fue una confusión —optó por decir.
Jun sonrió suavemente y le acarició el cabello oscuro a Wonwoo que no esperó aquel gentil gesto.
—¿Has estado durmiendo bien, Wonu? ¿O te volviste a desvelar jugando videojuegos?
Tal vez fuera eso, pensó. Sí, últimamente se estaba desvelando porque quería conseguir todas las nuevas skins posibles de Overwatch en el evento más reciente. Suspiró.
—La verdad es que no —admitió.
Jun le pellizcó una mejilla suavemente.
—Ya no te desveles, Jeon Wonu, te lo prohíbo.
Wonwoo sonrió ante su amigo. Su querido Junhui.
Pero en su visión periférica, en la mano del joven que seguía en su mejilla, siguió notando ese número 2. Seguía cautivando su mirada aquella marca dorada como un reflejo del sol en el vidrio.
No, eso no era por falta de sueño. O tenía alterado su cromosoma 22q11.3 o estaba soñando.
Trató de no pensar en ello, por el bien de su estabilidad mental.
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