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Wonwoo inspeccionó con su mirada cada tramo del cuerpo de Jun buscando la aparición de algún otro número con paranoia.

Al principio el joven no se dio cuenta de que los ojos oscuros no dejaban de escanearlo, pero entonces lo atrapó cuando Wonwoo se quedó viendo hacia sus brazos, moviendo las pupilas sobre toda la piel.

Quiso preguntar al respecto, hacer un comentario en broma, pero se sintió tan avergonzado y tímido por el hecho de ser observado que no dijo nada.

Las clases transcurrieron normal y ese día también les tocaba preparar el material para el Festival de Primavera. Soonyoung los ayudó, así que estuvieron los tres juntos el resto de la tarde.

Hasta que llegó la hora de la salida y su amigo se tuvo que separar del dúo porque vivía en la dirección opuesta a ellos.

—¡Nos vemos mañana!

Lo despidieron y se fueron juntos como siempre hacían. El calor ese día era mayor y ambos soltaron algunos botones de sus camisas porque no llevaban ni 5 minutos de camino cuando comenzaron a sudar, por más que buscaran la sombra.

—Hace más calor que ayer, ¿de verdad es primavera? ¿No debería estar al menos un poco fresco?

Wonwoo ya se sentía jadeando, porque había poca sombra y había tramos en tenían que exponer al sol para seguir caminando.

—No lo sé... ¡Espera! —Jun se detuvo y miró hacia una calle abajo. Ellos tenían que subir una colina porque estaban en un vecindario más en lo alto que la ciudad como tal y de su escuela.

Tomó de la mano a Wonwoo y corrió cuesta abajo por esa calle.

El azabache no preguntó nada, sólo se dejó arrastrar por Junhui, con las mochilas golpeando sus espaldas mientras corrían.

No tardaron mucho en llegar a un puente corto que cruzaba un arroyo entre el canal que pasaba por su pequeña ciudad.

Se detuvieron, jadeando y recuperando el aliento, el azabache apoyado sobre sus rodillas.

—Tomo este camino cuando voy a casa de Minghao y ese riachuelo es poco profundo, podemos sumergir los pies y refrescarnos.

Wonwoo sonrió. Nunca había pasado por ahí, pero el sonido del agua corriendo y el reflejo del sol le refrescaron con sólo la simple vista.

—Me parece bien.

Bajaron con cuidado por la pendiente del canal y el césped para sentarse en la orilla, dejando sus mochilas seguras del agua. Se quitaron los zapatos, sentados lado a lado.

—Todo está tranquilo aquí, me gusta, aunque es la primera vez que me voy a meter.

—Se ve que la corriente es ligera.

Wonwoo se retiró las calcetas y Jun hizo lo mismo, para meterse descalzos.

—No ha llovido, así que no hay tanta agua. Apenas y nos va a llegar a los tobillos.

El azabache se levantó y se subió el pantalón del uniforme a mitad de la pantorrilla. Entonces sumergieron los pies en el agua, que, efectivamente estaba fresca.

—Que fresquito... —Wonwoo cerró los ojos y suspiró de alivio.

Hasta que escuchó un chapoteo y después sintió unas gotas de agua en su cara. Abrió los ojos y Jun rió animadamente, lanzándole más chorros con las manos.

Wonwoo trató de esquivar el agua, pero sólo pudo cubrirse la cara para proteger sus gafas.

—¡Lento! —Jun se agachó y empujó más agua hacia él con las manos.

En Tu Piel (WonHui)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant