Efecto Halo © ✔︎0.5 (Élite 1) [Cristiana]

♥︎ Capítulo 24: No quiero ir

Me despierto con la peor resaca del mundo y un mareo horrible.

Vuelvo a tumbarme en la cama, tras intentar levantar la cabeza y ver como mi habitación da vueltas. Ayer había bebido como si no hubiese un mañana. Es viernes y en teoría tengo clase pero los alumnos hemos decidido no ir. La mayoría estuvimos en las rondas y en el palacete disfrutando tras semanas de estudio.

Los del ocean's wave tampoco van a la universidad pero en su caso la directora les ha premiado con un día festivo. Nuestras faltas no estan justificadas y podemos tener problemas pero preferimos eso a ver como nuestros contrarios se regodean mientras nosotros estamos en la universidad estudiando como bueyes.

La cabeza no deja de doler, pensaba que tal vez al ir al palacete podría olvidar lo destruido que estoy.

Pero no ha cambiado nada.

Ahora siento el dolor en mi pecho como si cada fragmento roto se hubiese incrustado en mi piel.

No fue una buena idea. El recuerdo de la jeringuilla en mi piel sigue vívido en mi memoria. Nunca lo olvidaré. La sensación de adrenalina y sobre todo, el después.

No era la primera vez que bebía pero sí que me pinchaba droga.

Ni siquiera comprendo como pude aceptar aquello. Me convertí en quienes odiaba. Los pocos valores que quedaban se han destruido y he quedado en ruinas. Con pedazos rotos clavados en mi ser.

Carlos llama a la puerta y entra. Se sienta en la cama y mira hacia el espejo, reflexivo. Si mi alma fuese un espejo estaría hecho pedazos.

- ¿Cómo estás?

- Bien

- Siento haberte metido en esto

No comprendo a que se refiere hasta que recuerdo a Kalila. Levanto mi brazo en un acto casi reflejo, las heridas de la caída en la moto siguen allí pero ni siquiera las siento.

- No sabes el bien que me has hecho - contesto con total sinceridad recordando la conversación con Leonor. He descubierto la verdad y eso no tiene precio.

- Tienes resaca. Te haré algo que me enseñó un amigo para que te recompongas

- ¿Cómo está tu novia?

- Se quedó a dormir con unas amigas en casa de un pastor.

- ¿De la iglesia?

Ni siquiera sabía que su novia tenía amigos cristianos. Por lo que sé no habla con Sharon aunque ella suele ir con nosotros al mukul. Aquello es extraño pero tampoco quiero indagar mucho en el tema. Tengo claro que no volveré a abrir la Biblia nunca más. Solo me ha acarreado desgracias.

- No sé cómo llegó allí pero me ha dicho que está bien

- Bueno...valió la pena

- Gracias