♥︎Capítulo 20 : Parte II

133 41 14
                                    

Mis pies se mueven de forma tan automática que cuando llego a la oficina del director no soy consciente de ello. Llamo a la puerta y con voz gruesa me pide que entre.

ꟷAdelante

ꟷBuenos días, rector ꟷsaludo con amabilidad y me siento. Ignora mi rostro lacerado aunque a kilómetros pudiese verse la hinchazón en mi mejilla y el labio partido. Sé que sabe de la pelea con Víctor pero estoy seguro de que no hablará de ello, por lo menos no para protegerme. Le conviene el dinero del tío billonario de él.

ꟷIván David, hemos visto sus calificaciones en LA PRUEBA y como sabrás es inaceptable en una universidad de tanto renombre como la nuestra que esto ocurra...

Dejo de escuchar su discurso. Ni siquiera siento coraje. Solo recuerdo una y otra vez la sonrisa de Leonor, como un fotograma que se repite cientos de veces en mi cerebro. No soy capaz de cambiar esta imagen de mi mente. A pesar de que no dejo de visualizarla una desesperación se apodera de mi ser al pensar en ella. Como si en lo más profundo de mi alma supiese que no podremos estar juntos. Y la incertidumbre me invade porque no sé qué me ha llevado a pensar en ello.

ꟷ Así que lamentándolo muchísimo, creo que la mejor opción para usted será buscarse otra universidad que cubra...

Leonor desaparece de mi mente. Y su rostro angelical se sustituye por la mirada cargada de desprecio de mi padre. Creo que la muerte será una salida fácil en comparación con el infierno que viviré si me expulsan. Ya no por él, sino por mí.
Esos asquerosos números 7'43 sobre 10. Son mi perdición. La mayoría de las notas eran más altas de 9'4.
Me incorporo en la silla con la boca seca, el labio herido me tiembla.

ꟷSeñor Rector...ꟷapenas murmuro. La desesperación ha llegado a tal grado que no queda ninguna seguridad en mí, no sé cómo voy a convencerle de lo contrario. No veo ninguna salida en esta encrucijada.

Recuerdo las palabras de la reina, ella cree que Jesucristo es la solución y soy capaz de agarrarme a cualquier clavo ardiendo así que oro por un milagro porque estoy seguro de que ninguna otra cosa podrá salvarme de la decisión que ya ha tomado. Ha expulsado a alumnos mucho más sobresalientes que yo y por incidentes menores que éste.

Alguien llama a la puerta. Si hubiese estado en cualquier otra situación me hubiese salido un bufido de frustración, sin esperar contestación una señora elegante con una chaqueta larga y oscura entra con una niña vestida a la última moda.

Lo peor que me puede pasar es que Charlotte este aquí. Esa niña detestable y frívola de diez años lleva un bolsito y un sombrero. Se supone que debe estar en el colegio vestida con el uniforme.

Sonrío sin mostrar los dientes, la madrastra de Ashley viste como una Kardashian y a su edad eso queda fatal pero aquello no puedo decírselo. Miro hacia el techo con ironía, si éste es el milagro que espero, lo llevo claro.

ꟷLamento interrumpirte hermanito ꟷ murmura con aparente dulzura la madre de Charlotte. Disimulo al máximo mi sorpresa, acabo de descubrir que son familia. La madre me saluda con brevedad, es obvio que nos conocemos pero no nos llevamos bien.

ꟷPor favor te ruego que salgas, estoy comentándole a este joven algo de suma importancia y...

ꟷLo sé, lo sé ꟷ le interrumpe y se acerca a él, sentándose en la silla acolchada a mi lado colocando una pierna sobre otra con presunción. ꟷ ¿Podemos hablar en privado?

El rector me da una clara mirada de advertencia que quiere decir que me quede en la sala de espera. Me levanto y camino dispuesto a salir pero antes de que pueda abrir la puerta Charlotte se interpone mirándome con ojos grandes y una sonrisa abismal.

Efecto Halo © ✔︎0.5 (Élite 1) [Cristiana]Where stories live. Discover now