7. Run

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MAINE

Playlist: BTS-00:00 (Zero O'clock)

《●》

Si en algo se destacaban Penny, Jean y Natasha era en el arte de batallar el silencio. Las paredes de mi habitación temblaban al ritmo de Selena Gómez, las voces y los pasos de las chicas le seguían el ritmo, y yo sólo estaba sentada en la cama, riéndome de su escándalo.

Penny se acercó, ya deslumbrando en su atuendo brillante y me pintó la boca con el labial más rojo que pudo encontrar.

-Ya está-anuncia antes de morder un caramelo-Eres tan hermosa como la maldita de Lily Collins en Emily en París.

-Gracias-la abrazo, lo que termina convirtiéndose en una muestra de afecto grupal cuando Jean y Natasha se unen.

En ese momento nos sentí más unidas que en todos nuestros años siendo amigas. Percibí que podía contarles cualquier cosa, incluso lo que he estado pensando últimamente.

-Chicas-empiezo, repentinamente nerviosa-Yo...bueno...quiero contarles una cosa.

Las tres me miran.

-¿Al fin nos vas a confesar que te follaste a James?-interrumpe Penny.

-¿Qué? No, más bien...

-No sé que tanto esperas, Maine-regaña Natasha-Suerte que eres bonita, sino te hubiera dejado.

-No somos novios-resalto-En fin, como decía...

-Por ahora no son novios-Jean sube y baja las cejas-Por ahora.

Las tres hacen un sonido, como "uhhhh"

-Exacto-apoya Penny-No serás virgen toda tu vida, pero cambiando el tema, ¿Sabían que ayer en el centro comercial...?

Resoplo, rendida, ignorando por completo el nuevo tema de conversación.

《●》

Esto si que era una fiesta.

El padre de James era el reconocido dueño de la compañía de música más grande del país, hecho que convertía a James no solo en el chico más rico y popular del instituto, sino también en el más deseado. Además, le daba a nuestro grupo de amigos el toque de estrellato que tanto adoraba mi amiga Penny. Ella adoraba ser el centro de atención, superar a los insuperables, reinar en la mente de toda persona que se cruzara en su camino. Era, en otras palabras, su razón de ser.

La cuestión es que los padres de James lo dejaron solo, como la mayoría del tiempo, para ir a atender los negocios familiares, y cada vez que eso pasaba James daba una rebelde fiesta que nadie se perdía por nada del mundo.

Y aquí estoy con Penny, Jane y Natasha, entrando a la Mansión de James como si fuéramos las chicas superpoderosas o las spice girls, haciendo eco con nuestros tacones más altos y sacando suspiros por las cortas faldas que Penny escogió para todas, sumándole a eso el maquillaje que Jean perfeccionó en nuestros rostros. Le llevó una hora, lo que era verdaderamente impresionante.

La música me recorrió los oídos con fuerza, pero eso no fue nada cuando ojeo mi alrededor: luces, decoración surreal, alcohol, drogas, mucha gente, gritos, besos, sexo, alboroto...mierda, la medianoche no está ni cerca y el descontrol ya te pica en la piel.

Ya me quiero ir.

Verán, no soy de ir a fiestas, prefiero quedarme en casa, pero teniendo a Penny de amiga ese lujo está rotundamente prohibido.

Más allá de este mundo (Libro I)Där berättelser lever. Upptäck nu