8. Relief

48 10 0
                                    

MAINE

Playlist: Fix you-Coldplay

《●》

¿Cuánto tiempo me tomará soltarlo todo?

-¡Entonces véndeme y cómprate un conejo!-le grito a mi madre.

Desde que volví de la casa de Penny las cosas en la mía no han ido del todo bien. Mi mamá y yo nos la vivimos peleando como si no hubiera un mañana. Estoy enojada. Siempre lo estoy, es parte de mi personalidad, pero ella no lo asimila, se lo toma todo muy a pecho. Piensa que mis "actitudes" giran en torno a joderle la paciencia a ella y a mi hermano.

-¡Eres una dramática, Maine! No te voy a dejar salir de nuevo, con tus amigos si estás feliz, todo es risitas y abrazos, pero nosotros que somos tu familia nos llevamos la peor parte, tus amarguras y malas actitudes, ¡No lo voy a dejar pasar!

Me río.

Quiero decir muchas cosas pero me las guardo porque a la final, tenga razón o no, ella gana. Se aprovecha de su título de mamá para mandar a la mierda mis opiniones.

Odiaba esto.

Llegué a mi casa considerablemente contenta. Pasé un rato agradable en casa de James a pesar de los efectos secundarios de la borrachera y la dejada en visto que me plantó Edmund, pero por alguna razón, ella estaba dispuesta a jugar con mi paciencia. ¿Es tan difícil entender que mi cara de odio es la misma para todos los sentimientos? Por Dios, no es tan difícil darse cuenta.

-Claro, madre. Como tú digas-me encogí de hombros, indiferente.

-¿Quieres decirme por qué eres así?

Me encogí de hombros de nuevo. No iba a hablar sobre mis sentimientos. Imposible.

-¡No puedo contigo, Maine! ¡Estás castigada!

Subo a mi habitación rompiendo el piso de madera con mis pisadas. Me tiro en la cama a llorar.

Ella no lo ve, no lo comprende. Mis grandes amarguras no tienen que ver con ella o mi hermano, van más allá de eso, mucho más allá, es algo que ni yo logro comprender en su totalidad, no sé porque me siento podrida por dentro, simplemente no puedo evitarlo, y es en mi casa donde puedo ser yo misma, donde no tengo que fingir ser feliz frente a nadie.

"Con tus amigos si estás feliz, todo es risitas y abrazos"

Esa es otra cosa, la cuestión no es ser feliz cuando estoy con amigos, la cuestión es fingir que lo soy con mucha eficacia, porque, ¿De qué les sirve a ellos verme, pero verme de verdad? Es necesario quedar bien ante el ojo ajeno. ¿Por qué? Pues un simple "porque si" no es mala respuesta.

Entonces si aquí no puedo ser Maine la tristona porque molesto a todos, ¿Dónde puedo serlo?

Tal vez el que mi madre no me entienda es un poco mi culpa por no saber expresarme, pero entre ella y yo nos la dividimos. Por muy cercanas que seamos a veces, no nos comprendemos del todo.

Después de esa pelea, no hemos hablado de nuevo. Me pasé el sábado y el domingo estudiando, llorando, y pensando en una forma de morir muy literaria, no tan a lo Romeo y Julieta sino más a lo Werther cuando, de repente, ya es lunes.

Reviso mi teléfono y noto que Edmund todavía no me responde.

¿Estará bien?

Planeo asegurarme, de modo que camino a la parada del bus mientras escucho música. Espero en la banca unos diez minutos hasta que el bus de Edmund llega. Corro a sentarme a su lado...pero no ha llegado.

Más allá de este mundo (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora