13. Party

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MAINE

Playlist: Destiny Rogers-TOMBOY

《●》

Apenas llegamos al enorme bar lo primero que notamos fue la decoración al estilo carnaval en Brasil, lo segundo, al gentío disfrutando a base de alcohol y baile, lo tercero, a los cuatro chicos que componían una buena parte de los corazones de estas cuatro chicas.

Brad estaba usando el oufist de Bradley Cooper en su película qué pasó ayer. El cabello rojo permanecía alborotado, sus ojos azules brillaban como los de un gato ante el contacto con la bola disco en el techo, y su camisa medio desabotonada, los jeans, el reloj, la herida pintada en el labio y la sonrisa acompañada de un cigarrillo...se veía matador.

Will me hizo reír. Su atuendo de Willy Woonka era una copia exacta, incluso usó la peluca, lo extraño era que ese alocado disfraz de alguna forma lograba destacar su belleza de una manera más armoniosa...estúpidos dioses, nos hacen ver tan mal a los simples mortales.

Nunca se lo diré a Vivien, pero opino que Tai es una belleza dimensional, y cada vez que lo veo me provoca morderle el labio, cosa que tampoco le diré a Edmund. Tai simplemente tenía el traje de Taekwondo, incluso iba descalzo, pero la simplicidad de su atuendo era demoníaca, porque mierda, te robaba todo el aire y inconcientemente tus piernas deseaban abrirse como una flor esperando recibir algo de él. Su cabello castaño estaba largo y lleno de rulos, le cubría los ojos, pero eso solo lograba que te enfocaras en sus labios. Toda una monstruosa belleza coreana.

Y Edmund...Oh, madre mía, ¿Será que es...?

-Taekwondo, basta, no tienes ninguna enfermedad en la lengua-aseguraba Edmund a su mejor amigo mientras le iluminaba la boca con la linterna del teléfono. Los cuatro estaban en una mesa, todos mirando el interior de la boca de Tai como si adentro estuviera el secreto del éxito en la vida.

-¿Estás seguro? ¿No ves nada raro?-Tai seguía desconfiado.

-No hay nada.

-Edmund, me moriré.

-No morirás.

-¡Me moriré, ya estoy viendo la luz!

-No puedes morirte, tienes que bailar primero, y pagar las bebidas.

Tai frunce el ceño.

-¿Qué bebidas?

Edmund se sube en la mesa para vociferar:

-¡ESTE CHICO DE AQUÍ PAGARÁ LAS BEBIDAS DE TODOS!

El gentío grita en señal de aprobación.

-¡¿Por qué yoooo?!-exclama Tai.

-Eres el millonario aquí.

-¡Que te den, Edmund!

-Podrías decirle a Vivien que...-Brad fue interrumpido por Tai.

-Vivien me gritará, no quiero que me grite.

-¡Llegó por quién lloraban, bitches!-Exclama Bella, caminando hasta los chicos como si estuviera cerrando su tercera gira mundial. Al instante se sentó en las piernas de Brad luego de besarlo con todo y lengua.

Cassie hizo lo mismo con Will, pero Vivien en cambio empujó a Edmund y tomó su lugar en la nueva actividad de revisarle la boca a Tai. Cuando Edmund me vió, caminó hasta mí sin apartarme la mirada ni un segundo, lo que me hizo enrojecer. Su andar era lento, asesino, dominante y analítico, sus ojos viajaron por mi cuerpo desde la cabeza hasta los pies. Al momento de detenerse frente a mí y sonreírme, se sintió igual a ser herido con una bala en el pecho. Quise desmayarme.

Más allá de este mundo (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora