37. Myself

22 2 0
                                    

MAINE

Playlist: Gracie Abrams-Hard to sleep

Playlist de Edmund: Frank Sinatra-Tha'ts life

《●》

-Y dime, Maine, ¿A qué crees que se debe tu visita?

-Se debe a los recuerdos, ¿Sabe? Estuve recordando el día que nos conocimos. Se siente como si fuera ayer cuando me obligaron a asistir una vez por semana a sus consultas por intentar cortarme las venas usando ese borrador en el despacho del director. No muchas amistades inician así, siento que no debería renunciar a usted.

-Me levanté con el presentimiento de que hoy, particularmente hoy, pasaría algo realmente...sorprendente.

-Que le digo, Doctora Peterson. Muy pocas veces usted se equivoca.

-Voy a repetir la pregunta, y esta vez sé honesta, ¿A qué crees que se debe tu visita?

Me encogí de hombros.

-Se debe a los giros, esos de la vida. La vida da unos giros de puta madre.

-Y también-dice la Doctora Peterson, acomodando sus lentes para mirarme fijo a los ojos-. A qué tus padres te obligaron a venir porque intentaste suicidarte anoche, ¿O me equivoco?

Me quito las converse, acostándome en el cómodo mueble frente al de ella. Fuera de la escuela, la doctora Peterson tenía su propio pequeño consultorio. Era bastante mono, pero había esperado nunca tener que conocerlo en persona. Mis padres me trajeron a primera hora de la mañana después de lo ocurrido la noche anterior que, en mi opinión, no fue tanto como para merecer terminar en el psicólogo...otra vez.

-Lamento informarle que efectivamente se equivoca. Debo confesar que temo un poquito a la sangre, ¿Si? No corté profundo por esa razón, ¿Lo ve?-me subo la manga y le muestro mi brazo-¿Lo nota? Es superficial, nada tan trágico para llamarlo suicidio, por lo tanto, creo que puedo irme ya.

-Le diste un buen susto a tus padres.

-Pedí perdón-me apresuro a responder-. Intenté durante años evitar ser testigo de las expresiones que tenían estampadas en los rostros anoche...al parecer, todo lo que hago termina en fracaso.

La doctora Peterson me regala una diminuta sonrisa.

-Has hablado más conmigo estos cinco minutos que en todo tu año escolar.

-Sé que no he sido fácil. Sé que he sido incomprensible.

-Nunca has sido una persona incomprensible, Maine. Lo que si has sido es incomprendida.

-¿Pero usted es la excepción?

-Por supuesto. Desde nuestra primera sesión he sido la excepción.

Me río.

-Nunca creí necesitar un psicólogo. La simple idea me volvía loca de ira. No creía que usted, una completa desconocida, pudiera comprender lo  que ni siquiera yo comprendo de mí misma.

-Los que creen no necesitar ayuda, son los que más la necesitan.

-Doctora Peterson, le prometo que no intenté suicidarme anoche, ¿Podemos hacer está sesión más corta?

Más allá de este mundo (Libro I)Where stories live. Discover now