Parte 18

1.6K 150 92
                                    

POV Lauren.

Durante está noche he aprendido dos cosas importantes. La primera, Camila es un desastre en la cocina y la segunda es que no para de hacerme reír.

—¿Crees que así esté bien?—

Me muestra el tazón donde está mezclando todo.

—No, está muy espesa.—

Me coloco a su lado, ella voltea y me doy cuenta que tiene la nariz llena de harina y un mucho de mezcla.

Comienzo a reírme un poco al verla así.

—¿Que?—

Pregunta mientras inclina un poco su cabeza haciendo que se vea aún más adorable.

—Tienes algo en tu naríz.—

Acerco un paño para comenzar a limpiar su cara. Estoy algo cerca de ella por lo que noto el momento en el que comienza a sonrojarse.

—G-gracias...—

—De nada bonita.—

Le quitó el tazón para yo arreglar el engrudo que ella formó.

Al tener todo listo comienzo a preparar todo.

—¿Quién te enseño a cocinar?—

—En el internado tenía una clase de economía del hogar, ahí nos enseñaban cosas como cocinar, cocer, limpiar, ordenar y como administrar una casa.—

Le respondo mientras sigo concentrada en lo que estoy haciendo.

—¿En verdad? Yo nunca tuve eso en la escuela. ¿No era aburrido?—

—Algunas cosas sí, pero siempre me llamo la atención la preparación de los alimentos.—

—No se porque presiento que tú eras la chica super nerd de la escuela.—

Se comienza a reír.

—Si tenía el promedio más alto, pero también era del grupo de chicas populares.—

Hago una pequeña mueca tratando de restarle importancia.

—No me digas que eras porrista—

—No teníamos porristas, pero si participaba en deportes y en competencias académicas.—

—Chica perfecta...— me pasa una copa con vino tinto para ella después beber de la suya. —Nunca hubiéramos sido amigas.—

—¿Por qué?—

—Nunca me lleve bien con mis compañeros, en realidad pasaba completamente desapercibida ante los demás. Era la chica que todo su tiempo libre tenía la cara metida en un libro, además que mi coordinación mano, ojos y pies es completamente nula, por lo que nadie me elegía para sus equipos.—

Me acerco a ella para abrazarla de costado.

—Pues déjame decirte que yo te abría escojido para mí equipo.—

Nuestro Destino - CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora