El amor llega cuando menos te lo esperas, pero si cuando más lo necesitas.
Camila necesitaba una señal y el destino se la presento.
Lauren aprenderá que la vida tiene otros caminos para ella que no siempre son lo que imagino.
Un encuentro casual...
Quiero no volverme loca, no quiero ser una idiota posesiva o celosa compulsiva, pero está mujer me saca de mis casillas.
Julls es una chica inteligente, tiene unos veintinueve años y dirige una de las empresas de Lauren, por lo que mi novia me dijo es la más joven además de ella, pero lo que me está volviendo loca es que desde hace dos semanas no deja de mandarle mensajes a Lauren, estaría tranquila si lo hiciera al teléfono que solo usa para el trabajo, pero no... Todos los malditos mensajes son al número personal, ese que solo tienen amigos y familia.
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—Mila.—
No sé, cómo preguntarle a Lauren que pasa con esa chica, justo hoy están almorzando con Lisa y Rosé.
—¡Mila!—
Siento un golpe en el brazo, volteo para mirar a Lali.
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—¿Porqué me estás golpeado?—
—Porque llevas cinco minutos totalmente callada, Maca te hizo una pregunta.—
—Perdón, ¿Que me decías?—
—Te pregunté si estabas bien.—
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Sonrió un poco.
—Estoy preocupada, pero no es nada importante.—
—Si te está preocupando significa que es importante.— Barbara toma mi mano. —Así que sueltalo pequeña.—
